En el último año los escándalos por acoso sexual fueron el tema del que todo el mundo habló. Las mujeres actuaron con toda su valentía y expusieron uno a uno sus casos, incluso si eso ponía en riesgo su vida. Algunos testimonios eran tan perturbadores que no es difícil entender por qué eligieron mantener en silencio su historia. Emily Houser es una de las mujeres que guardó silencio durante años, pero finalmente decidió alzar la voz.
Cuando tenía 16 años, Emily comenzó a trabajar en un restaurante de comida rápida en Pensilvania. Todo iba bien hasta que su gerente, un hombre llamado Josh Davidson, comenzó a aparecer en su casa, escuela y los lugares que más frecuentaba con regalos que ella no deseaba. Davidson no soportó los rechazos, así que comenzó a tratar a Emily con desprecio en el trabajo y por esa razón ella lo denunció. Pero sus compañeros no tomaron bien la noticia y comenzaron a burlarse de ella. El final de su historia es bastante agridulce.