Hace unos días se hizo viral la triste historia de Halis Montero, a quien, al parecer, le negaron la posibilidad de obtener el título de la licenciatura que había estudiado, pues, según la escuela, la carrera que cursó no existe.
La joven reveló que justo cuando estaba por concluir la licenciatura comenzaron las irregularidades, pues confesó que en toda la carrera le había ido bastante bien y hasta se enamoró de su futura profesión, pero la cosa se puso random cuando quiso sacar su título.
Para la mayoría de las personas, estudiar una carrera universitaria requiere grandes sacrificios, ya que, además de invertir recursos económicos, necesitas dar mucho de tu tiempo y esfuerzo, por eso Halis contó su traumática experiencia como estudiante de la licenciatura “fantasma” de Inclusión Educativa.
Cuando yo llegué (a la escuela) me dijeron: ‘La licenciatura que elegiste desapareció, ahora se llama Inclusión Educativa, ¿te quedas o que onda?’. Pero yo ya estaba ahí y todo el esfuerzo que había hecho, pues obviamente que me tenía que quedar. Además, es una escuela que todavía está ligada a la SEP, así que no tenía por qué desconfiar.
@halismontero
Sin embargo, en un segundo video, Halis contó que al concluir sus estudios, consiguió trabajo en una secretaría, pero el tema de su titulación aún estaba pendiente, así que la mandó llamar su jefe para decirle que ya era indispensable que presentara su título para continuar en su puesto.
Ya en el trabajo de la secretaría me dijeron: ‘Creemos que vas a tener problemas con tu licenciatura, es muy nueva, mejor comunícate tú con tu (escuela) Normal para ver si te van a dar el título y si no te lo van a dar, pues te tenemos que remover de tu cargo’.
Halis confesó que no le sorprendió que le exigieran su título, porque era obvio que tarde o temprano se lo iban a pedir para ejercer, así que se comunicó a su antigua escuela y le dijeron que lo iban a solucionar. Sin embargo, ella ya no les creyó nada, así que se dirigió a la Dirección de Profesiones del país para ver si ellos le podían expedir un título provisional. Por desgracia, ahí le dieron la mala noticia.
Me dijeron: no está, no existe. Pues resulta que, efectivamente, la escuela en la que estudié, cuatro años me tuvo estudiando, y no solamente a mí, sino como a 300 personas, y me tuvieron estudiando una licenciatura que no existía, que no estaba registrada, que no era oficial, las autoridades grandes ni siquiera sabían que la escuela estaba ofreciendo esa licenciatura, y pues sí, no había títulos.
Finalmente, la joven aconsejó a los demás estudiantes que chequen si efectivamente la licenciatura que están cursando está dada de alta ante las autoridades correspondientes del lugar en el que vivan, pues debe ser muy decepcionante enterarte de que todos tus esfuerzos no sirvieron de nada.