Hay un dicho muy conocido que dice que lo que la boca calla el cuerpo lo grita. Eso significa que todas nuestras emociones tienen una repercusión física, y en particular las emociones negativas que vamos guardando se transforman en enfermedades. Todo lo que hacemos, tenemos y vivimos es producto de creencias y pensamientos; nuestro estado mental se refleja en todos los aspectos de nuestra vida.
Esta es la forma en la que el cuerpo habla sobre nuestro estado emocional, y cuando somos conscientes de la información que nos transmite con cada síntoma físico y lo escuchamos, nos sentimos mejor y tenemos una vida más plena.
Cuando se acumulan culpa, ira, enojo, rencor, resentimiento, cólera, frustración o furia entre otras emociones que no son fáciles de controlar, aparecen síntomas o enfermedades, que son el reflejo de nuestros pensamientos y que son la clave para sanar no sólo el cuerpo sino también las emociones.
De acuerdo al lugar en el que se encuentra el síntoma hay una explicación emocional: cuando se presentan problemas en el estómago representan la habilidad para ‘digerir’ cualquier situación y la convivencia con los demás. La espalda baja implica preocupaciones sobre dinero o la sensación de que no se tiene apoyo; la espalda alta representa cargas que no son propias.
Otro padecimiento muy común es la gripe, que representa lágrimas reprimidas que buscan salir de cualquier forma. Cuando es la garganta la que molesta significa que hay palabras y emociones que no han sido comunicadas. Las dolencias en muslos significan lo que los otros esperan de ti o lo que tú crees que esperan de ti. Si es en las pantorrillas, es lo que esperas de ti, y en la rodillas es más acerca de cómo manejas las expectativas propias y las de los demás, además de tener relación con el orgullo que se niega a ceder.
Los dolores o padecimientos en los pues tienen que ver con el soporte, apoyo y equilibrio, mientras que el volumen excesivo en las caderas se relacionan con sentimientos de vergüenza y culpa, o miedo a agresiones sexuales que se traduce en exceso de peso para protegerte.
La frente tiene que ver con la manera de enfrentar el mundo; el corazón involucra los afectos primarios y los problemas emocionales básicos. Los dientes y encías son la forma en la que asimilas el mundo, la presión arterial aumenta cuando también lo hace el miedo.
Cuando la cabeza duele es provocado generalmente por la frustración que genera la indecisión. Cuando esto sucede, el cuero cabelludo se tensa tanto que provoca dolor de cabeza y en casos extremos, migraña. La presión en la cabeza se traduce como la incapacidad de tomar decisiones, y cuando los ojos lagrimean y los senos nasales se congestionan, significa que hay una negación a ver una situación como realmente es.
La contracción de la garganta y apretar los dientes o tensar la mandíbula significa que existe una negación a tratar cualquier tema relacionado con la indecisión. Cuando hay afecciones en la columna, espalda y hombros, la responsabilidad está involucrada, con sentimientos de peso excesivo, temor a ella, no aceptarla o no asumirla.
El estómago, las ingles y la espalda baja tienen que ver con el síndrome de culpa y frustración sexual. Dicho síndrome se presenta cuando hay fuertes sentimientos de culpa por infidelidad y promiscuidad, sentimiento de incapacidad sexual o temor a alguna agresión. Se manifiesta a través de síntomas como estreñimiento, acidez, calambres gástricos, dolores menstruales excesivos, menstruación abundante o completamente ausente, problemas de riñón e infecciones vaginales o cistitis.
El síndrome de lucha o alcance abarca los brazos, manos y dedos, y su causa es la necesidad de expresar incapacidad de alcanzar lo que desea por falta de autoestima y rechazo a alcanzar metas ‘inalcansable’.
También hay un significado particular en cada uno de los lados del cuerpo. De acuerdo al enfoque de la Bioenergética, hay un principio de lateralidad, en el que el lado izquierdo es el lado emocional, receptivo, femenino y maternal y en él se reflejan las relaciones familiares más importantes como con papá, mamá, hermanos e hijos. El lado derecho es el masculino, racional, orientado hacia el exterior, en él se reflejan las relaciones sociales que son con la pareja, vecinos, amigos y trabajo.
Dependiendo del lado en el que se presenta el síntoma, es un tema familiar o social, también puede indicar un rechazo a los aspectos masculinos o femeninos propios y también una necesidad de sanar la relación con la persona que activa esos síntomas en ti.
Por otra parte, en el principio de la verticalidad, según el cual en cada zona del cuerpo se reflejan cosas diferentes. La cabeza es la zona de lo abstracto, lo fantástico y las ideas. Aquí reside la identidad, la propia imagen y el ego. Los síntomas entre cuello y cintura corresponden a la vitalidad y los afectos, porque ahí se encuentran los principales órganos para estar vivos como el corazón y los pulmones.
De la cintura al vientre se manifiestan los temas relacionados con los desechos, lo que no nutre, no sirve y no debe permanecer en el cuerpo. Los genitales albergan los remas de pasión, identidad sexual, capacidad de trascender, los miedos profundos y sentimientos.