Si estás enferma pero no quieres ir al hospital a pasar largas horas en una fila de espera para que al final te receten paracetamol, consumo de líquidos y reposo… te entendemos.
Entre estudios, medicinas, consultas y permisos laborales o escolares, ir al doctor se vuelve una situación desgastante. Sin embargo, en Escocia hay quienes añoran obtener una cita con su médico familiar, pues estos suelen recetar la medicina perfecta para cualquier mal: ¡viajes y naturaleza por el mundo!
Sí, leíste bien, los doctores escoceses están autorizados para recetar viajes a entornos naturales, así como caminatas en parques, bosques o actividades cotidianas que involucren la naturaleza.
Esta medida médica busca reducir enfermedades que se están volviendo comunes, por ejemplo, la presión arterial alta, problemas cardiovasculares y diabetes.
Todos los médicos del país pueden recetar el contacto con la naturaleza como parte del tratamiento de sus pacientes con enfermedades crónicas. Muchos de los problemas de salud provienen de malos hábitos, estrés y comida chatarra. Pasar 90 minutos al día en áreas boscosas estabiliza los niveles de presión arterial, y un día en la naturaleza de manera recurrente mejora el sistema inmunológico.
Por eso en Escocia los médicos han optado por contrarrestar enfermedades y las causas del estrés al reemplazarlas por un momento de paz, lejos de la rutina, el estrés, ruido y contaminación de las grandes urbes.
Pero los médicos escoses no son los primeros en emplear los viajes al bosque para sanar enfermedades crónicas: en Japón existe una práctica llamada shirin yoku o baño forestal, que consiste en pasear por el bosque pero de una forma meditativa, como explica Amos Clifford, fundador de la Asociación de Terapias de la Naturaleza y el Bosque:
Se trata de tomarse un tiempo para admirar el paisaje, respirar profundamente, sentir el aire, escuchar el viento, las aves, olvidarse de la rutina y convivir con nuestra paz interior.
Además, estudios realizados por científicos japoneses descubrieron que los baños forestales favorecen la salud: baja la presión arterial, se fortalece el sistema inmunológico, se reducen las hormonas relacionadas con el estrés y disminuye el riesgo de infartos.
¡Empaca tu maleta y disfruta de la naturaleza sin preocupación alguna!