El mundo está lleno de bondad y personas que buscan tener un impacto positivo en la vida de aquellos que conocen, pero también hay que tener cuidado, pues hay mucha gente con intenciones muy malas que quiere hacer daño o aprovecharse de los más vulnerables.
Por ello nunca debes bajar la guardia, y Jean, una abuelita estadounidense de 73 años, lo demostró al descubrir a un joven que pretendía estafarla y robarle miles de dólares.
Decía ser su nieto
Un día, Jean recibió una llamada telefónica muy sospechosa de un hombre que decía ser su nieto, ya sabes, la típica extorsión, pero a Jean algo no le cuadraba. Sin embargo, siguió hablando con él para descubrir qué era lo que estaba mal. Cuando el hombre le dijo que necesitaba dinero porque había sido arrestado por conducir bajo la influencia de sustancias, Jean supo que se trataba de una vil mentira. Verás, ninguno de sus nietos maneja.
Al darse cuenta de que este hombre tenía malas intenciones, le siguió el juego, solo para ver qué tan lejos llegaba. Y vaya que el estafador confiaba en sus habilidades, pues le pidió la nada modesta cantidad de ocho mil dólares para su fianza. Jean fue muy hábil y rápidamente ideó un plan para que la policía lo atrapara y que ya no pudiera robarle a más personas.
No sabía lo que le esperaba
Jean se puso de acuerdo con su supuesto nieto y quedaron en que el agente de fianzas iría por el dinero a la casa de Jean. Lo que el estafador no sabía era que la adorable abuelita le había tendido una trampa y la policía estaría esperando en el lugar para arrestarlo cuando llegara.
Al llegar a la casa de Jean, el hombre tocó el timbre y Jean rápidamente le dio un sobre con “dinero”, aunque realmente estaba lleno de papeles inservibles, y cuando el estafador se dio la vuelta para irse, fue tacleado por miembros de la fuerza policíaca, quienes lo arrestaron en el lugar.
No debes bajar la guardia
Sin posibilidad de escaparse o de negar su participación en el fraude, el hombre, quien resultó tener 28 años, fue llevado a una estación policiaca. Además, Jean presentó cargos en su contra.
Afortunadamente, Jean se dio cuenta de que estaba a punto de ser víctima de un robo y pudo protegerse tanto a ella como a su patrimonio, pero mucha gente, en especial los más vulnerables, no corren con tanta suerte. Por ello, en ocasiones, es bueno desconfiar y nunca olvidar que no todo el mundo es bueno.