¿Qué harías si de pronto, por un error, pudieras tener acceso a una inmensa cantidad de dinero a través de tu cuenta de banco?, ¿notificarías al banco la situación?, ¿no dirías nada? O quizás, ¿comenzarías a gastar como si fueras millonaria?
Pues una estudiante de ingeniería química, proveniente de Malasia con residencia en Australia, decidió no alertar al banco Westpac luego de que por error un empleado bancario le otorgó a su cuenta un servicio de sobregiro ilimitado.
Se trata de Christine Jiaxin Lee, de 21 años, quien fue arrestada cuando intentaba abandonar Australia al tomar un vuelo a su natal Malasia para evadir a la justicia después de haber sobregirado su cuenta bancaria por la “humilde” cantidad de 4.6 millones de dólares.
En 2012, Christine, una estudiante normal de Malasia, se mudó a Australia para estudiar una ingeniería química en la Universidad de Sídney, por eso decidió acudir al Westpac Bank para abrir una cuenta que le permitiera manejar su dinerito.
Pero no fue sino hasta 2014 que se percató de que su sencilla cuentita venía con un inesperado “bonus”, ya que contaba con un servicio de sobregiro ilimitado. En pocas palabras, podría gastar lo que quisiera sin ninguna restricción.
En lugar de advertir al banco de esta situación, Christine comenzó a gastar a manos llenas. Compró bolsos, adquirió artículos de lujo, bienes muebles e inmuebles, en fin, todo aquello con lo que había soñado.
Y como las mujeres tenemos fama de gastar el dinero con una facilidad asombrosa, en el transcurso de solo un año, esta chica ya había sobregirado su cuenta por la cantidad de 4 653 333 dólares.
Pero su sueño rápidamente se convirtió en pesadilla cuando fue acusada de obtener de forma deshonesta una ventaja financiera mediante el engaño y con conocimiento de causa.
Lisa Stapleton, la abogada defensora en el caso, basó su argumento principal en demostrar si Lee de verdad había violado la ley, pues alegó ante el Tribunal Local de Waverley que fue el propio banco quien le dio el sobregiro ilimitado.
En una brillante jugada, Stapleton expuso que su clienta simplemente usó el crédito otorgado, por lo que no habría infringido la ley, aunque tendría que devolver el dinero.
No son ganancias del crimen. Es dinero con el que todos soñamos.
Según declaró la policía australiana, solo se logró recuperar alrededor de un millón de dólares. Y aunque Christine se libró de terminar en prisión, suponemos que debió pasar por momentos llenos de angustia, así que creemos que es mejor vivir con nuestro honesto sueldito de Godínez que aventurarnos en situaciones tan complejas que no dejan de ser efímeras.