¿En busca de excusas para faltar al trabajo? Hay personas que recurren a “mentiras piadosas” con tal de ausentarse del trabajo para no perjudicar su papel de buen empleado y seguir cobrando su salario. Sin embargo, hay quienes llevan las excusas demasiado lejos que, por más buenas y honestas que parezcan, al final la verdad siempre termina saliendo a la luz, trayendo consigo duras consecuencias e, incluso, graves repercusiones legales.
Robin Folsom, una exfuncionaria del Georgia, en Estados Unidos, tuvo la brillante, pero arriesgada idea de fingir un embarazo, y así, gozar de su incapacidad por maternidad remunerada, pero su plan se vino abajo tras dejar un par de cabos sueltos.
Solita se descubrió
Robin trabajaba como directora de asuntos externos en la Agencia de Rehabilitación Vocacional de Georgia, cuando, en agosto de 2020, les dijo a sus jefes que estaba esperando a su segundo bebé. La mujer, de 43 años, también compartió la alegre noticia de su embarazado con sus compañeros de trabajo. Como era de esperarse, su vientre fue creciendo conforme iban pasando los meses, hasta que tuvo que ausentarse en mayo de 2021 por el nacimiento del bebé.
Para que todo fuera lo más creíble posible, Robin enviaba con frecuencia fotografías del recién nacido a sus colegas, sin embargo, las sospechas comenzaron a surgir cuando notaron algo extraño, pues, no era nada normal que las fotos mostraran a bebés diferentes, específicamente con diferentes tonos de piel.
El papá del bebé también era falso
Por si fuera poco, también se inventó un papá falso para su bendición, quien supuestamente había enviado un correo electrónico a los jefes de Robin, en el que anunciaba el nacimiento del bebé y les informaba que su esposa necesitaba descansar varias semanas debido al reciente alumbramiento. El departamento de Recursos Humanos aprobó siete semanas de incapacidad pagadas para el supuesto reposo en cama solicitado por un médico.
Al parecer, el plan de Robin marchaba de maravilla, pero no contaba que la historia ficticia su embarazo sería descubierta más tarde ese año. Dos meses antes de que afirmara haber dado a luz, una compañera de trabajo notó que parte de su vientre embarazado parecía “despegarse”, despertando las sospechas de un embarazo falso.
No era la primera vez que fingía un embarazo
En julio de 2020, Robin le hizo creer a sus jefes que había dado a luz a su primer hijo, y un mes después avisó que estaba embarazada de nuevo. Sin embargo, ese teatro también terminó por venirse abajo cuando los investigadores del caso consultaron con la Oficina Estatal del Registros Vitales, y descubrieron que no había ningún certificado de nacimiento ni registro médico que mencionara a Folsom como madre de un niño.
Tras haber fingido dos embarazos, el fraude le podría salir muy caro a Robin, pudiendo enfrentar hasta diez años de prisión por fraude de identidad, así como cinco años adicionales por cada declaración falsa. Además, también tendría que pagar una multa de 103 mil dólares.
¿Qué te parece el descaro de esta mujer?