Todas en algún momento hemos soñado ser Gigi Hadid solo para poder estar cerca del guapísimo Zayn Malik, y es que sin duda esta pareja, a solas y frente a las cámaras, demuestran una química muy especial.
Podríamos mirar a Zayn en un traje de Alexander McQueen, para siempre, y a Gigi Hadid en un hermoso vestido rojo brillante, ese es un hecho indiscutible. Pero el look que la pareja mostró como parte de la portada de agosto para Vogue es cuestionable. La revista los hizo lucir como una pareja con un género fluido.
Vogue cometió un pequeño error
El estilo de ambos es divino, el género que la revista manejó, no tanto; en lugar de presentar a Zayn y Gidi como #relationshipGoals, Vogue los etiquetó como #GenderfluidGoals, y eso es un problema, los está tratando como una pareja con fluidez de género.
Sí, es genial que Zayn y Gigi estén cómodos con el intercambio de género, especialmente cuando Zayn decide usar las camisetas de Gigi, no importa que sean visiblemente femeninas. Que se metan al armario del otro e intercambien ropa es adorable; pero el resto del mundo no opina lo mismo.
El mundo de la moda se ha convertido en un concepto transgénero
En la moda para el movimiento transgénero, los diseñadores han adoptado una estética un poco más fluida. Olover Rousteing, Alessandro Michele de Gucci y JW Anderson son algunos de los revolucionarios creadores que han apostado por poner a un hombre en una pasarela usando camisas de seda florales y tacones altos.
Esta idea de Vogue no es tan divertida y glamorosa
Incluso puede parecer un moda totalmente desgarradora. Para Vogue solo las personas esculpidas por los dioses pueden usar la moda #genderfluid. En caso de que planees caminar por la calle vistiendo un traje similar al de Gigi Hadid, es probable que recibas entre 10 y 20 miradas de personas que se preguntan “¿qué demonios está usando?”.
Es justo decir que ni Zayn ni Gigi han construido sus carreras desafiando las normas de género; en todo caso, la pareja ha hecho lo contrario: usan su masculinidad y feminidad para construir sus respectivas marcas. Pero Vogue se ha encargado de darles un título que realmente no los favorece.