La belleza de Hedy Lamarr era impresionante y su vida bien podría ser el argumento de una buena película; durante años, se le conoció como “la mujer más bella de la historia del cine”.
Como en cada buena historia, nada hacía sospechar que Hedwing Eva Maria Kiesler (Viena, 9 de noviembre del 1914), actriz de Hollywood, de ascendencia judía y vienesa, acabaría siendo la primera mujer en protagonizar un desnudo en la historia del cine y también la primera en interpretar el primer orgasmo del séptimo arte en la película Éxtasis de Gustav Machaty.
El polémico filme provocó que el rico empresario, Friedrich Mandl, se obsesionase con Lamarr. Proveedor de municiones y aviones de combate a sus amigos Hitler y Mussolini, obligó a sus padres a darla en matrimonio (fue el primer marido de los seis que tendría a lo largo de su vida) e intentó destruir todas las copias de la película.
Su relación con él podría tildarse como enfermiza; la encerró en su mansión dejándola salir solo con él en cenas y viajes de negocio. Su vida artística quedó anulada pero la actriz continuó sus estudios y durante el cautiverio aprovechó para obtener información sobre la tecnología armamentística de la época de los clientes y proveedores de su marido, y elaborar su plan de fuga.
En 1937 se escapó de su hogar, disfrazada y viajó hasta París. De allí partió a Londres y luego a Estados Unidos. En ese viaje conoció a Louis B. Mayer, de la Metro Goldwyn Mayer (MGM), quien la contrató como actriz. Fue el primer paso que la llevaría a convertirse en una diva de Hollywood.
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A partir de ahí, su nombre cambió a Hedy Lamarr y llegó a compartir películas con Clark Gable, Lana Turner y Jimmy Stewart. Después de la Segunda Guerra Mundial, la carrera de la actriz comenzó a estancarse, y la Metro decidió prescindir de ella. Desafortunadamente, cometió el error de rechazar protagonizar películas como Casablanca o Luz que agoniza y sus trabajos no pasaron de aceptables hasta que, en 1949, aceptó participar en la superproducción de Cecil B. DeMille, Sansón y Dalila, junto a Victor Mature, la película fue un rotundo éxito y supuso la primera colaboración de Lamarr con la productora Paramount.
Enemiga declarada del régimen nazi, durante la Segunda Guerra Mundial ideó, junto a su amigo compositor y pianista George Antheil, un pionero de la música mecanizada y la sincronización automática de instrumentos, aplicar el principio de la pianola a los torpedos dirigidos por radio; es decir, emplear rollos de papel perforado para que la frecuencia de la comunicación fuera saltando entre 88 valores distintos (el número de teclas del piano) según una secuencia que solo podrían conocer quienes poseyeran una clave. Eso impediría que el sistema fuera interceptado. La patente se publicó el 11 de agosto de 1942 bajo el título “Sistema de comunicación secreta”.
Sin embargo, el sistema de Antheil y Lamarr no fue explotado de inmediato. Para Stephen Michael Shearer, biógrafo de la actriz y autor de Beautiful: The Life of Hedy Lamarr esto se debió a dos razones:
“Primero y más importante, el gobierno no entendió o no conceptualizó entonces la comunicación inalámbrica”.
Pero según el autor, el segundo motivo obedecía al perfil inusual de la inventora.
“Posiblemente el invento fue apartado porque se consideraba a Lamarr la chica más guapa del mundo y debemos tener en cuenta que en esa época nadie tomaba en serio a una mujer bella en cuestiones intelectuales”.
La invención de Antheil y Lamarr sería aprovechada a partir de los años 60, cuando la patente se utilizó para desarrollar comunicaciones militares inalámbricas para misiles guiados. Su labor como inventora no fue reconocida hasta después de su muerte, en el año 2000 y desde 2005 en su cumpleaños, el 9 de noviembre, está señalado como el “Día del Inventor” en los países de habla germana (Austria, Suiza y Alemania) y en mayo de 2014, Lamarr y Antheil fueron incorporados al National Inventors Hall of Fame de Estados Unidos. Incluso Google le dedicó un doodle en el 2015, con motivo del aniversario de su nacimiento.
Lamarr tuvo dos hijos biológicos (Anthoy y Denise Loder) y uno adoptado (James Lamarr Markey). Falleció el 19 de enero de 2000 en Caselberry, Estados Unidos.