La maquillista y personalidad de TikTok Hillary Zinks reveló cómo renunció a su trabajo después de que su jefe se enfadara porque tuvo que salir de la ciudad con urgencia para cuidar a su hermana, quien se encontraba grave en el hospital.
Su historia se ha viralizado, pues más de una persona ha pasado por situaciones similares. Esto, a su vez, nos recuerda que debemos trabajar para vivir, no vivir para trabajar y mucho menos sí se hace en condiciones deplorables o si solo se ve al empleado como una fábrica y no como una persona.
@hillary.zinks this gets good. Wait until the end.
De acuerdo con Hillary, ella trabajaba en el set de una serie de televisión como artista de maquillaje y efectos especiales cuando recibió una llamada sobre su hermana, quien acababa de ser declarada con muerte cerebral. A la par, trabajaba en un centro turístico como camarera, al cual renunció tras la reacción que tuvo su jefe cuando le dijo que faltaría al trabajo para cuidar a su hermana.
El jefe de la serie de televisión le dijo que “nunca dejara que un trabajo se interpusiera en la vida” y que “hiciera lo que tuviera que hacer”. Sin embargo, la situación con su segundo jefe fue bastante tensa e inhumana.
Hillary compartió su anécdota en su cuenta de TikTok e incluso mostró la pésima conversación que tuvo con su superior del restaurante.
Hillary: No voy a poder estar este fin de semana. Tengo que manejar hasta Nevada porque mi hermana se está muriendo en un centro médico de allí. Te mantendré al tanto sobre cuando podré regresar para reincorporarme. Perdón por dejarte colgada este fin de semana.
Jefe: Entiendo y siento mucho por lo que estás pasando, pero ¿por qué me avisas dos horas antes de tu horario laboral? Tenemos un día duro hoy y solo dos camareros se van a presentar. Lograremos salir adelante, como siempre. Pero esto complica a los empleados que si vienen a trabajar.
La falta de empatía por parte de su segundo superior le enfadó tanto que en ese mismo instante renunció a su empleo, pues se dio cuenta de que no valía la pena seguir ahí ni un minuto más. Además, su hermana era la prioridad en ese instante.
Días después de lo ocurrido, Hillary recibió una llamada del sitio donde trabajaba en la que le informaron que su antiguo jefe ya no laboraba ahí y le ofrecieron regresar, pero ella se negó. La persona que la contactó le preguntó por su hermana y ella le dijo que había fallecido, pero agradecía que se haya tomado el tiempo de preguntar.
Por último, Hillary cerró su historia con un contundente mensaje en el que aclara que los jefes no son dueños de la vida de sus empleados, que estos no son robots que les generan dinero, sino personas con sentimientos y vidas propias que merecen respeto y empatía.
Tus empleados son mucho más que robots aquí para hacerte ganar dinero. La vida real no se detiene para que la vida laboral de las personas pueda continuar sin interrupciones. Trata a tus empleados con amabilidad y compasión en situaciones como estas.
Espero que cualquiera que tenga ese tipo de experiencia tenga los medios y el coraje para renunciar, que cualquier jefe que haya hecho algo parecido dé un paso atrás ahora y aprenda de sus errores.