Nicholas Nixon se ha dedicado a fotografiar a cuatro hermanas a lo largo de cuarenta años. La historia comienza cuando en el verano de 1975 Nixon estaba de visita en la casa de su esposa, y le pregunto si podía tomarles una foto a ella y a sus hermanas. La primera fotografía, en blanco y negro, muestra a cuatro mujeres jóvenes acomodadas casualmente, con ropa de verano, de pie contra un fondo de árboles y césped. Un año más tarde, en la graduación de una de las hermanas, Nixon sugirió que se acomodaran en el mismo orden. Después de ver la imagen, les pregunto si podrían hacerlo cada año.
Así comenzó un proyecto que ha abarcado casi toda su carrera. La serie de fotografías se ha mostrado en casi todo el mundo durante las últimas cuatro décadas. El año pasado se exhibieron en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, coincidiendo con la publicación del libro Las hermanas Brown: Cuarenta años.
1975 – New Canaan, Connecticut
1976 – Hartford
1977 – Cambridge, Massachusetts
1978 – Harwich Port, Massachusetts
1979 – Marblehead, Massachusetts
¿Quiénes son estas hermanas? Nadie nos los dice (aunque sabemos sus nombres: de izquierda a derecha, Heather, Mimi, Bebe y Laurie. Bebe, la de mirada directa, es la esposa de Nixon). El impulso natural que tenemos es buscar pistas. ¿Irlandesas? Más bien del norte de Nueva Inglaterra, con sus actitudes decididas y carentes de pretensión. Nuestra curiosidad aumenta si nos fijamos en la forma como observan el lente de la cámara, directamente, como para hacer contacto aún si su mirada está contenida.
1980 – East Greenwich, Rhode Island
1981 – Cincinnati
1982 – Ipswich, Massachusetts
1983 – Allston, Massachusetts
1984 – Truro, Massachusetts.
Siempre que se fotografía a una mujer, la cuestión de la vanidad aparece, pero Nixon se ha valido de la luz natural, una actitud casual y prácticamente ninguna preparación. Las hermanas nunca discuten lo que van a vestir, simplemente, como dice Bebe: “Usamos lo que se nos antoja ese día”.
A lo largo de esta serie, observamos a estas mujeres envejecer, sometidas a la experiencia más humilde de la vida: el paso de los años. Muchos de nosotros podemos nombrar las cosas de las que estamos agradecidos con el tiempo, pero las arrugas que rodean nuestras bocas y la piel que pierde firmeza no están entre ellas. Así mientras una parte del espíritu se hunde frente a la lenta aparición de papadas o mejillas rollizas en estas mujeres, otra parte se eleva, porque ellas no se han alterado por eso.
1985 – Allston, Massachusetts
1986 – Cambridge, Massachusetts
1987 – Chatham, Massachusetts
1988 – Wellesley, Massachusetts
1989 – Cambridge, Massachusetts
Quizá detectamos más dolor en los ojos, más peso en las frentes una vez frescas, pero cuanto más estudiamos las imágenes, más advertimos que los años no han afectado a estas hermanas. A pesar de que las imágenes nos muestran que así es como luce alguien que se hace mayor, es una verdad irrefutable que también aprendemos que así es como se ve la fortaleza.
Es la fortaleza de la hermandad, en particular. Nixon, que creció como hijo único, dice que siempre se ha sentido intrigado por la unidad de las Brown, que se nota en estas imágenes. Con cada año que pasa, las hermanas ofrecen un frente más unido. Las primeras poses más individuales, como los brazos cruzados sobre el pecho, o pararse separadas, dan paso a recargarse una en la otra, como si la independencia no fuera algo que les preocupara más.
1990 – Woodstock, Vermont
1991 – Watertown, Massachusetts
1992 – Concord, Massachusetts
1993 – Boston
1994 – Grantham, New Hampshire
Vemos lo que ocurre entre las hermanas a través de sus cuerpos, particularmente en sus brazos y piernas. Una mano colocada en la cintura de una hermana, brazos que abrazan a otros brazos o caen en una casual solidaridad sobre un hombro. El efecto acumulativo es incontenible y poderoso. Cuando 36 fotografías se exhibieron en una galería de Granada, España, varios espectadores lloraron sin preocuparse de que otros los vieran.
1995 – Marblehead, Massachusetts
1996 – Lexington, Massachusetts
1997 – Wellesley Hills, Massachusetts
1998 – Falmouth, Massachusett
1999 – Brookline, Massachusetts
La relación más profunda entre las hermanas se ha hecho extensiva a Nixon. Cada hermana tiene siempre la oportunidad de participar en la selección de la toma que representará a ese año, pero en los últimos diez el proceso se ha vuelto más colaborativo. En una ocasión, las hermanas eligieron unánimemente una que era distinta a la que eligió Nixon, y él cedió a sus deseos porque “hay que ser justos”, dice. En las fotografías de los años 81, 83 y 84, uno puede ver su sombra, como si quisiera formar parte del grupo, pero en años posteriores el vínculo entre él y sus modelos se nota. Los ojos de las mujeres parecen saludar al fotógrafo con un brillo de confianza y de afecto de hermanas. “Nos hemos acercado”, reconoce Nixon.
2000 – Eastham, Massachusetts
2001 – Brewster, Massachusetts
2002 – Marblehead, Massachusetts
2003 – Ipswich, Massachusetts
2004 – Cataumet, Massachusetts
Al tomar esta serie, Nixon ha planteado una paradoja: la creación de fotografías en las cuales la intimidad también es el objetivo. Esa reserva de las hermanas ha permanecido como la gran preocupación del artista, y se advierte en su trabajo. Año tras año, hasta la última asombrosa toma conserva ese ánimo un poco taciturno, como si sus caras y sus posturas dijeran: “Sí, te daremos nuestra imagen, pero nada más”.
2005- Cataumet, Massachusetts
2006 – Wellesley, Massachusetts.
2007 – Cataumet, Massachusetts
2008 – Dallas
2009 – Truro, Massachusetts
Cuando nos acercamos a las últimas fotografías, sentimos el inevitable final. Como dice Nixon: “Nadie estará aquí para siempre”. Está implícito en la paleta de colores de la ropa, que se oscurece, y en las figuras, que se acercan, juntándose como si quisieran permanecer a flote.
Observar cómo una persona cambia con el tiempo puede hacernos creer que somos parte de su intimidad, sin embargo, las hermanas nos permiten observarlas sin dejarnos entrar. Esa resistencia se nota sobre todo en las primeras fotografías: la beligerante ceja levantada, la línea apretada de una boca. Algunas veces la postura del cuerpo o el ángulo de la mandíbula que parecieran indicar molestia, porque ellas no buscan atención, una cualidad inusual en esta época donde todos son no sólo fotógrafos, sino sus propios sujetos favoritos.
2010 – Truro, Massachusetts
2011- Truro, Massachusetts
2012 – Boston
2013- Truro, Massachusetts.
2014 -Wellfleet, Massachusetts
Las fotografías de Nicholas Nixon forman parte de las colecciones del Museo Metropolitano de Arte y del Museo de Arte Moderno, entre muchos otros.
Susan Minot, autora original de este texto, es novelista y cuentista.
Los derechos de las fotografías corresponden a Nicholas Nixon y la Galería Fraenkel de San Francisco y a Pace/Galería Mac Gill de Nueva York.