En estos días en los que los medios sociales determinan gran parte de nuestra vida, buscamos de manera desesperada la aceptación de personas que no conocemos con un simple “me gusta”, llegando al punto en que hemos olvidado realmente nuestra identidad y nos adaptamos a vivir una vida en donde imitamos a cualquiera de los artistas de moda.
Una red social que sin duda puede traerte fama, reconocimiento y dinero gracias a la publicación de una selfie, un lugar espectacular o un maldito aguacate en un pan en Instagram. No obstante, esta joven lo ha usado con un propósito diferente, como el de hacernos pensar y provocar comentarios sobre el mundo narcisista que nos han creado los medios sociales. Amalia Ulman engañó a miles de personas con sus cientos de selfies de una vida “ideal”, y ahora esa misma galería se ha convertido por primera vez en una serie de arte que debutará en el polémico museo Tate Modern de Londres.
Todo empezó en abril de 2014
La joven artista nacida en argentina comenzó a subir imágenes en Instagram sobre su alimentación. Las incluyó con la frase “parte I”, en letras negras sobre un fondo blanco con la leyenda “Excelencias y Perfecciones”.
A 28 de sus seguidores rápidamente les gustaron las imágenes, pero nunca imaginaron que sería el comienzo de una de las obras más originales y destacadas de una era que es dominada por las redes sociales.
Las imágenes documentaban la vida de una “It girl” viviendo en Los Ángeles
En poco tiempo Amalia comenzó a subir imágenes, en su mayoría eran selfies tomadas con la cámara de su Iphone, donde posaba en ropa interior mientras estaba enredada en sabanas de hoteles lujosos, y en muchas otras posó de manera cursi junto a gatitos, pétalos de rosas y panquesillos acompañados del titulo “brunch”.
“La gente comenzó a odiarme. Algunas personas en la galería de arte se mostraron indignados y me decían: ‘tienes que dejar de hacer eso, la gente no te tomará en serio nunca más’, y yo sólo pensaba: eso es estúpido ¡sólo porque estoy mostrando el trasero en las imágenes!”.
Amalia dividió su actuación en tres episodios
Cada uno de ellos fue inspirados por los estereotipos que las mujeres adoptan de sí mismas en los medios sociales.
El primer episodio relata la historia de una chica artista que se muda a Los Ángeles después de romper con su novio para convertirse en un bebé de azúcar al final del mes
El comienzo del segundo episodio ofrece una mirada a la estética del ghetto, popularizada por celebridades americanas como Kim Kardashian
En este punto, Amalia dice que comienza a actuar como una loca publicando más fotos en línea. Ella consigue una cirugía en sus pechos llamada ‘trabajo de boob’, toma medicamentos, sufre de un nuevo rompimiento y tiene que ir a rehabilitación.
De esta manera comienza el desenlace que se muestra como una sátira de los medios sociales
Así es como ella se dedica a la “recuperación” con imágenes inspiradas en el blog de Gwyneth Paltrow Goop: “la chica de al lado”, en donde practica yoga y vive a base de dietas y jugos.
El final
Casi cinco meses después, Ulman publicó una imagen en blanco y negro de una rosa que titulo “The End”. Poco después anunció que todo se trataba de una puesta en escena elaborada a la que llamo “Excelencias y Perfecciones”.
Todas las imágenes “tontas” donde Amalia aparecía semi desnuda, aparentando una vida lujosa se trataban de un proyecto
“Todo era un guión. Pasé un mes investigando sobre todo esto. Hubo un principio, un clímax y un final. Me teñí el cabello. Cambié mi armario. Yo estaba actuando, no era realmente yo”.
La presentación de “Excelencias y Perfecciones”
Ahora un año y medio más tarde, varias de las 175 fotografías que Amalia creó para “Excelencias y perfecciones” se mostrarán en dos nuevas exposiciones: “Electronic Superhighway”, en la galería Whitechapel en Londres, en donde se expone el impacto de la tecnología computarizada en los artistas desde los años sesenta hasta la actualidad; y “Performing for the Camera”, en la galería Tate Modern’s, que expone la relación entre la representación artística y la fotografía.