Dicen que los niños siempre dicen la verdad y eso puede ser algo favorable ya que así nos enteramos de sus travesuras. ¿Pero qué pasa cuando dicen haber visto un fantasma? ¿Ponemos en duda la veracidad de la frase? ¿O les creemos, realizamos un exorcismo, quemamos la casa y nos mudamos de país?
La mayoría de las personas hemos sentido presencias fantasmagóricas o escalofríos inexplicables, pero las historias de estos 15 niños te dejarán los pelos de punta y querrás dormir con la luz prendida en cama de tu mamá.
1. Fantasmas con dotes artísticos
Un día escuché a mi hija -que estaba sola en el jardín- decirle a alguien: ‘De acuerdo, te dibujaré. Pero tienes que encontrar el color rojo porque tienes sangre en el cabello’.
2. ¡No, no, no y NO!
Mi abuela falleció siete años antes de que mi hija naciera; tengo un tatuaje de ella en el brazo. Hace poco mi hija señaló mi brazo y me dijo: ‘A veces ella me arrulla en la noche’.
3. Es hora de llamar a un sacerdote
Recientemente me mudé a una nueva casa con mi hijo de cuatro años y mi hija de dos. Una noche fui a su cuarto mientras dormían para cerciorarme de que estuvieran bien. Pues bueno, cuando iba a salir mi hijo se sentó en la cama, estaba confundido y me preguntó: ‘Mamá, ¿quiénes son todos esos niños?’. Le dije: ‘¿Cuáles niños?’, y él me respondió: ‘Los niños que están detrás de ti’.
4. ¿No pueden simplemente tocar la puerta?
Un día mi hijo me preguntó: ‘¿Quién es el que está en la ventana?’… Estábamos en el segundo piso.
5. Si tu perro ladra… ¡HUYE!
Una vez mi hermana pequeña me dijo que había un monstruo en su cuarto, así que revisé bajo la cama y me aseguré de que todo estuviera bien. Pero después ella señaló un punto en la pared y dijo: ‘¿Por qué nos está mirando ese hombre?’ Para empeorar el asunto, el perro empezó a gruñir y a ladrar hacia esa misma dirección y, después de eso, lo hizo cada vez que entrábamos al cuarto. Duré semanas sin dormir.
6. El fantasma amigable
Cuando mi hija tenía tres años nos decía que un hombre la despertaba haciéndole cosquillas en los pies, pero aseguraba que no le daba miedo porque el hombre siempre sonreía. Pensamos que eran simples sueños hasta que un día vimos una vieja foto de la boda de mis abuelos y mi hija señaló a mi abuelo y dijo: ‘¡Es él! ¡El hombre que me hace cosquillas en los pies!’. Él murió cuando yo tenía seis años.
7. Por esta razón me rehúso a cuidar niños
Cuidaba a la hija de mi amiga que jugaba en su cuarto y hablaba con ella misma mientras yo preparaba la cena. No le presté atención hasta que la escuché gritar: ‘¡Dije BASTA!’. Así que fui a revisarla y le pregunté con quién hablaba. Muy tranquilamente apuntó hacia el aire acondicionado y dijo: ‘Con la familia que vive en la ventilación. El niño no deja de molestarme’.
8. Si ayudan con la renta está bien… ¡noescierto!
Estábamos viendo casas para mudarnos y después de ver una bonita vivienda con un gran jardín le pregunté a mi hijo qué pensaba sobre ella. Simplemente respondió: ‘No podemos mudarnos aquí, hay muchos fantasmas gritando en el jardín’.
9. Los áticos y sótanos son un gran ¡NO!
Nos habíamos mudado a un departamento cuando mi hija de tres años dijo de la nada: ‘Hay un hombre malo’. Le pregunté que en dónde y señaló la puerta del ático: ‘Ahí’.
10. Es triste y tenebroso a la vez
Cuando era un niño solía jugar por horas y horas con quien, según yo, era mi amigo imaginario. Cierta vez mi mamá me preguntó con quién hablaba y le dije que con mi hermano. Ella palideció y abandonó el cuarto. Cuando le dije lo mismo a mi papá, se enojó mucho y me dijo firmemente que NUNCA volviera a hacer eso. No volví a ver a mi ‘amigo’. Diez años después, cuando fisgoneaba la Biblia familiar, me enteré de que sí tuve un hermano. Murió un año antes de que yo naciera.
11. Hay a quienes les gustaría recibir noticias así
Cuando mi hermana tenía cuatro años la cuidaba una amiga de la familia que había perdido a su esposo Paul antes de que mi hermana naciera. Ella nunca había escuchado hablar de él, pero un día la niñera escuchó a mi hermana reír y jugar sola en el sótano. La llamó y le preguntó qué pasaba. Mi hermana dijo: ‘Paul está abajo. Te manda a decir que hola y que está bien’.
12. Es hora de hacerle caso al pequeño
Llevé a mis hijos a un jardín de rosas en un parque histórico en mi ciudad natal. Les pedí que tuvieran cuidado y no pisaran las flores, entonces uno de mis hijos se paró en seco y con expresión de terror. Me preguntó: ‘¿Por qué ese hombre está corriendo entre las rosas?’. Miré alrededor y no había nadie salvo nosotros. Cuando le pregunté que adónde se había ido, me rogó que nos fuéramos a casa.
13. A veces las historias de fantasmas son muy tristes
Cuando mi hijo era pequeño tenía una mecedora que le aterraba en su cuarto. Siempre hablaba sobre ‘el niño de la silla’. Un día saludó a alguien desde la ventana de mi cuarto y le pregunté que a quién saludaba, me dijo: ‘Al niño. Quiere que salga a jugar’. Ese día me deshice de la silla y poco tiempo después me enteré de que un niño se había ahogado detrás de nuestra casa hacía mucho tiempo. Supongo que solo quería alguien con quien jugar.
14. Así empiezan las películas de terror
Vivíamos en una casa rodeada de bosque y pantano. Cierto día, después de una caminata por el bosque con mi esposo, mi hijo de dos años comenzó a hablar de ‘Courtney’. Como no conocíamos a nadie con ese nombre, pensamos que se trataba de una amiga imaginaria. Pero entonces nos dijo que Courtney era una niña que se había quedado atrapada en el pantano y nadie la rescató. Ella jamás ‘entró’ a nuestra casa, pero cuando mi hijo salía a jugar siempre hablaba solo. Cuando nos mudamos él se enojó porque la niña seguiría atrapada en el pantano.
15. La clase de “vecinos” que no quieres tener
Vivimos en una casa en la que murió un hombre de 103 años, y mi hija de tres años habla constantemente frente a los espejos. Cada vez que le pregunto que con quién habla, responde: ‘El vecino’.