Encontrar el trabajo ideal puede ser complicado, ya que no siempre se cumplen con los requisitos o las empresas no ofrecen el sueldo o condiciones laborales que nos gustaría tener. Afortunadamente, en esta vida nada es imposible y en algún momento, en alguna bolsa de trabajo, encontraremos eso que tanto añoramos o algo mejor, tal y como le sucedió a David Miller.
Miller es un ingeniero que estaba en busca de un empleo para dar mantenimiento a aviones. Cuando encontró una vacante que se ajustaba a su perfil, se postuló, aunque estaba un poco nervioso, pues no se mostraba el nombre de la empresa ni el sueldo, pero debido al puesto, debería ser bien remunerado. Lo que él nunca imaginó es que estaba postulando para trabajar en la NASA y que días después sería contratado.
Esta historia se desarrolla en Los Ángeles, Estados Unidos. Según explicó en un video subido por su novia, Heather Harp, a TikTok, David Miller se postuló a un trabajo sin saber que se trataba de una vacante de la NASA.
Miller contó que pasó algunos años trabajando en mantenimiento de aviones, pero luego de un tiempo, su contrato terminó y quedó desempleado. Entonces ingresó a varias bolsas de trabajo con la esperanza de encontrar un empleo similar y así fue. En internet encontró una vacante que se asemejaba a su perfil y envió su solicitud. Días después recibió una llamada para una entrevista y ahí le sugirieron un puesto distinto.
Me llamaron diciendo: ‘Oye, hay un trabajo diferente que creemos que te puede gustar y es para ser manipulador en el equipo de gráficos de análisis y cinemática interactiva’. Pensé: ‘No sé qué es eso’, pero dije: ‘Suena interesante’.
Días después de la entrevista recibió una segunda llamada para decirle que estaba contratado.
Pensé que trabajaría en mantenimiento de aviones. Pero en realidad era para el segundo empleo que me ofrecieron, uno del que nunca tuve ninguna entrevista y del cual no tenía idea. Igual me mudé a Texas y comencé a hacer ese trabajo.
No fue hasta su primer día de trabajo que Miller descubrió que trabajaría para la NASA. A pesar de no saber nada acerca del puesto, no se rindió y aprovechó la oportunidad para adquirir nuevos conocimientos, logrando permanecer ocho años en la empresa. Actualmente se encuentra trabajando para una empresa de aviones y agradece la oportunidad brindada en el pasado. Su historia es prueba de que los golpes de suerte existen y que tarde o temprano encontráremos ese empleo con el que tanto soñamos.