Aunque cualquier cirugía puede volverse altamente riesgosa, hoy en día son cada vez más las mujeres que deciden someterse a intervenciones quirúrgicas de belleza con tal de cumplir con un estándar que la sociedad les ha impuesto sin importar el riesgo que corren al realizarlas.
Sin embargo, para algunas de ellas, el proceso no siempre resulta ser el más favorecedor, como le sucedió a Jessica Frozza, una influencer brasileña que recientemente se sometió a una bichectomía y al final se arrepintió porque su rostro quedó desfigurado.
Debes estar segura antes de hacer cualquier procedimiento
La bichectomía es un proceso que consiste en retirar las bolitas de grasa que se encuentran en las mejillas. Últimamente se ha convertido en un procedimiento al que las mujeres se someten para estilizar su rostro. Sin embargo, hay quienes recurren a médicos que no tienen la especialidad en este tipo de cirugías, por lo que hacen una mala praxis, dejando el rostro de las mujeres desfigurado.
Frozza no quedó satisfecha con el resultado
A través de un video en su cuenta de TikTok, relató cómo se sintió después de haberse practicado la bichectomía. Aparentemente, el procedimiento la haría lucir mejor, pero solo le causó inconformidad.
En el primer año, encuentras masa. Solo después, lo juro por Dios, mi cara ha adquirido una flacidez gigante. Mi cara se cayó, desconozco mi rostro. Hoy tengo que seguir haciendo un procedimiento para estimular el colágeno en la bola del bichat. Me convertí en una calavera. ¿Por qué nadie me advirtió?
Ahora se acepta tal y como es
Su rostro siempre fue redondo y era perfecto, pero como cualquier mujer, buscaba hacerse un pequeño arreglo para sentirse mejor. Por desgracia, ahora lo único que siente es arrepentimiento, porque admite que nunca investigó sobre la operación y sus riesgos. Ahora que su procedimiento tuvo un efecto negativo, decidió finalmente aceptase tal y como es. Además, se retiró los implantes de silicón y solo quiere recuperar su aspecto natural.
No acusa a los médicos
La influencer admite que la única responsable de todo esto es ella, pues los médicos con los que se trató eran profesionales. Simplemente este procedimiento estético era algo que no se ajustaba a ella y le hubiera gustado haber sido advertida.