La serie animada de Disney Star contra las fuerzas del mal, está rompiendo estereotipos. En uno de sus primeros capítulos mostró un beso entre dos personas del mismo sexo. Ahora, lo han vuelto a conseguir al incorporar a una “princesa niño”.
Inició transmisiones en el 2015 y ya va en la tercera temporada. Está dirigida al público infantil y la trama sigue las aventuras de la princesa Star Butterfly y de Marco Diaz, ambos se enfrentan a villanos en diferentes universos y tienen la misión de proteger la varita mágica de Star.
Disney tiene una nueva princesa
En el último episodio que ha emitido la serie, Marco se transforma en la Princesa Marco Turdina con el propósito de infiltrarse en el reformatorio Santa Olga para princesas caprichosas.
Este podría ser el mensaje más positivo de la serie
Una vez dentro, Turdina hace un llamado a las otras princesas para revelarse en contra de la autoritaria directora, la Sra. Heinous; para ello las ayuda a creer en que pueden ser ellas mismas.
Muestra el reflejo de una sociedad actual
Después de ser ganada la batalla y tras notar que Turdina tiene un vello rizado en el pecho que esconde bajo su vestido, la Sra. Heinous regresa al instituto para revelar a las alumnas que la princesa es en realidad un niño. Su objetivo era ponerlas en contra de él y así volver a conquistar el Instituto.
Así se despiden las princesas de los estereotipos
https://youtu.be/Qlo2F63syUk
Las princesas no creen en la única prueba que les da la Sra. Heinous, Marco admite ser un hombre, pero la multitud de princesas se niega a ver el género como la base para determinar quién puede y no ser una princesa.
Espera, ¿qué importa si es un chico?, eso no prueba nada. Las princesas pueden ser peludas. Él puede pensar por sí mismo y nosotras también. Turdina es un estado mental. ¡Él puede ser una princesa si quiere!
A Internet le ha encantado la noticia
Las reacciones que han tenido los usuarios de Internet se muestran a favor de Disney y aplauden estos pequeños actos pueden cambiar la forma en la que vemos el mundo.
