La tatuadora estadounidense de origen mexicano, Kat Von D, contrajo nupcias el domingo 3 de junio con el músico Rafael Reyes (alias Leafar Seyer), luego de que en febrero de este año se casaran por el civil, al enterarse de que serían papás por primera vez.
El romance entre ambos seguidores del estilo gótico subió de nivel, pues ofrecieron una fiesta con el tema de la dualidad entre la vida y la muerte. En la decoración predominó el color rojo carmín, expresando la pasión entre los novios y agregando velas, calaveras y cruces, que hacían la referencia a un entierro.
El vestido, diseñado por Adolfo Sánchez, capturó la esencia de la novia y su estilo de chica gótica y pin-up, algo bastante diferente a las convencionales novias vestidas de blanco.
Cada invitación se envió dentro de una caja negra, como en una especie de ritual oscuro, en la cual estaba escrita la leyenda “en la vida y en la muerte”, que seguro mataría a cualquiera de un susto, pero al ser invitados de Kat y su amado cholo gótico todo tenía sentido.
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Los invitados acudieron al evento con un mismo código de etiqueta: ¡vestidos de negro! En cualquier otra boda “las reglas de las buenas costumbres” aconsejarían no vestir de luto, pues es una falta respeto, pero en esta ocasión era justo lo que se requería para el ambiente de la ceremonia.
La tatuadora de famosos como Rihanna, Lady Gaga y Dami Lovato interpretó Into My Arms, la romántica canción del australiano Nick Cave, sentada en un increíble piano de cola que también era de un rojo intenso: ¡la depresiva pero romántica letra te hará querer ser dark por un momento!
El esmero en los detalles de la épica boda de Kat Von D y Rafael Reyes reflejó la visión de Kat hacia el amor verdadero, los contrastes entre la vida y la muerte y el tierno compromiso de una pareja que, aunque pareciera dura de carácter, tiene el misma ilusión que cualquier enamorado.