La primera temporada de Anne With An E salió al aire en 2017, pero fue recientemente que recibió la atención que tanto merecía desde el principio, pues la historia de la pequeña pelirroja huérfana es capaz de enternecer y fortalecer nuestra alma.
Lo asombroso de la producción es que está plagada de personajes fuertes capaces de enseñarnos grandes lecciones sobre resiliencia, creatividad, unión y mucha, pero mucha fuerza femenina.
1. El don de la resiliencia
Anne Shirley Cuthbert es el personaje que más aprendizaje nos deja, desde perseguir tus sueños hasta vencer tus miedos. Pero su más grande don es el de la resiliencia, pues a pesar de las dificultades que la acechan a su corta edad, siempre sabe cómo sobreponerse y sacarle el lado bueno.
2. Se puede ser feliz sin un hombre
Puede que Marilla Cuthbert no tenga esposo, pero no está sola ni incompleta. El amor no es un sentimiento exclusivo de parejas; se puede amar la vida, a tu hermano, a tus amigos y a esa pequeña pelirroja que llegó para poner tu mundo de cabeza.
3. Ir a contracorriente
Diana Barry pertenece a una de las familias más ricas del pueblo y sus padres esperan que se convierta en toda una “señorita”. Trató de convencerse a sí misma de que ella también lo desea, pero en su viaje de autodescubrimiento se da cuenta que sus aspiraciones son otras, no solo ser la esposa de alguien.
4. Romper la barrera de los estereotipos
Cuando Muriel Stacy llegó al pueblo de Avonlea, la gente la miraba recelosa. ¿Una mujer soltera, en moto y vistiendo pantalones? Eso era inusual. Pero lo inusual no siempre es malo y la maestra no estaba dispuesta a renunciar a su independencia solo por la comodidad de unos cuantos.
5. Eres libre de elegir a tu pareja
Josephine Barry creció en una familia conservadora que, afortunadamente, no pudo reprimir sus anhelos, después de todo aprendió que la vida pasa rápido y lo mejor es disfrutarla al lado de quien te haga feliz. Así que desafió las creencias de su tiempo para unir su vida a Gertrude.
6. Enorgullécete de tus raíces
Para muchos ciudadanos temerosos, Ka’kwet era simplemente una salvaje, alguien que debía ser educada para olvidar las costumbres de su tribu. Su vitalidad y diversidad nos hacen ver que el mundo es variopinto, y eso está bien.
7. No abandones tus sueños por un hombre
Prissy Andrews nos dejó una de las escenas más memorables de todas las temporadas: deja a su futuro esposo y huye con su vestido de novia, cae en la nieve y, al levantarse, no llora sino que ríe. No estaba triste por dejar a un hombre “destinado” para ella, estaba feliz porque no la obligaría a abandonar la universidad para ser ama de casa.
8. Abre tu mente a cosas nuevas
Rachel Lynde fue uno de los personajes que más cambió a través de la historia. Al principio era una mujer dedicada al chisme y no aceptaba que las personas fueran de distinta raza y pensamiento que ella. Pero el tiempo se encargó de abrir su mente y corazón.
9. Dale una oportunidad a las personas
Ruby Gillis no podía ver a Anne ni en pintura, no estaba dispuesta a ser amiga de una niña huérfana y pobre. Pero la bondad de la pelirroja la hizo cambiar de opinión y aprendió a dejar de lado sus juicios, y hasta se convirtieron en buenas amigas.
10. Nuestro cuerpo nos pertenece
A Josie Pye le enseñaron que ser bonita lo es todo y a que sin importar el daño que te haga un hombre debes tolerarlo. ¡No, no y no! Finalmente nos hizo ver que las mujeres tenemos derecho a ser tratadas con respeto y dignidad, y que debemos ser tomadas en serio cuando decimos “detente”.
11. El amor te lleva por caminos inesperados
Mary Lacroix estaba habituada a la vida precaria, se acostumbró tanto que no creía que fuera posible vivir de otra manera. Pero al conocer a Sebastian dejó que su corazón la guiara sin saber que terminaría encontrando un verdadero hogar rodeada de personas maravillosas que hicieron sus días especiales.
12. La importancia de serle fiel a tu esencia
Minnie May es pequeña, pero nos dio una enseñanza grande. Ella, al igual que su hermana Diana, estaban destinadas a convertirse en unas “señoritas de la alta sociedad”, pero ninguna era feliz con eso. Las cosas hubieran seguido su curso de no ser porque Minnie May impulsó a su hermana a seguir sus sueños y ponerle el ejemplo.
13. Todas necesitamos una mejor amiga
Desde el momento en que Anne y Diana se conocieron juraron que serían mejores amigas para siempre, y aunque su relación tuvo altibajos, nunca rompieron esa promesa. La presencia, consejos y apoyo mutuo las confortaba y las hacía mejores personas.