Vivimos en un mundo en el que ya no podemos sentirnos seguras de salir a caminar a la calle porque siempre hay alguien al acecho, esperando para acosarnos, agredirnos y hasta asaltarnos. Por eso es importante siempre llevar algún artículo para defendernos, ya sea un gas pimienta o una pistola de toques.
Pero definitivamente lo mejor que podemos hacer es protegernos con nuestras propias manos, así que es momento de tomar clases de defensa personal: box, artes marciales o cualquier deporte que nos enseñe a pelear, para que si un día lo requerimos podamos darle una paliza a nuestro agresor.
Sí, justo como lo hizo Polyana Viana, una luchadora de la UFC. Recientemente la deportista contó cómo fue víctima de un intento de asalto en Río de Janeiro, Brasil, y la manera en la que se defendió del hombre. Al final salió victoriosa de la situación gracias a que fue valiente, pero aun así ella, al igual que cientos de mujeres, desea que este 2019 ninguna tenga que pasar por algo similar.
Viana estaba esperando un Uber cuando un sujeto se acercó sospechosamente
Se encontraba frente a su complejo de apartamentos en Jacarepagua, un vecindario de la zona oeste de Río de Janeiro, cuando un hombre se le acercó. Según los informes, el ladrón había intentado quitarle el teléfono celular, además de amenazarla con un arma.
Estaba muy cerca de mí y pensé: ‘si es una pistola, no tendrá tiempo de sacarla’. Así que me puse de pie, le di dos golpes y una patada y cayó. Luego le hice un estrangulamiento trasero y lo senté en el mismo lugar donde estaba yo antes y le dije: ‘ahora esperaremos a la policía’.
La pistola del asaltante era de cartón
Lo mantuvo inmovilizado con una llave de lucha hasta que llegó la policía.
Ya que le di los golpes muy rápido, creo que estaba asustado. Así que ya no reaccionó. Me dijo que lo dejara ir diciéndome que solo quería saber la hora, pero yo estaba muy molesta y solo quería que la policía llegara. Él dijo que los llamara, porque tenía miedo de que lo golpeara más.
Cuando la policía llegó y lo revisó se dieron cuenta de que entre su ropa había un cartón con un recorte similar al de una pistola. Lo llevaron a un centro de atención médica para tratar sus heridas y luego a la estación de policía, donde presentó un informe. El hombre ya había sido arrestado antes y puesto en libertad. Quizá esta vez aprenda la lección.