La genética es sorprendente. Nos ha dado respuesta a cientos de preguntas, en especial a aquellas que tenemos sobre nuestro origen y también nos ha ayudado a comprender por qué algunas personas son idénticas a su padre o a su madre, en especial en el caso de las mujeres.
Por ello constantemente solemos ver que parecen albergar un gen especial, capaz de conservar su belleza intacta al grado de que no envejecen, no hay arrugas y pueden pasar como hermanas mayores e, incluso, de la misma edad que sus hijas.