Ser el anfitrión de la cena de Navidad es todo un honor, pero también un problema a la hora de organizar, cocinar y pagar todos los implementos necesarios. Los gastos pueden llegar a ser tan excesivos que hay quienes pasan todo el siguiente año tratando de saldar las cuentas.
Esto es precisamente lo que le ocurrió a Helen Robertson, de Reino Unido, quien ha tomado medidas para evitar dicha situación. La mujer ha declarado que este año la cena de Navidad tendrá un costo para cada invitado y que incluso sus hijos tendrán que pagarlo, pues no quiere volver a verse envuelta en deudas y problemas financieros.
Estaba sentada frente a mi computadora, calculando las finanzas de la cena de Navidad en años pasados: quién había pagado, quién no y quién no iba a hacerlo.
Entonces decidí que este año cobraría por la cena de Navidad y desde marzo recibí algunos pagos. Tomé está decisión después de acumular una deuda de 2800 dólares en períodos festivos anteriores, la cual me tomó todo un año saldar.
El año pasado, debido al confinamiento, no fue tan malo. Pero al darme cuenta de que todo había vuelto a la normalidad en 2021 y que debía atender a 12 personas, algo tuvo que cambiar.
No soy una organización benéfica y, aunque me encanta entretener a la gente, no es sostenible cocinar una comida navideña completa con todos los adornos para amigos y familiares.
He planeado una cena con un entremés, platillos fuertes, postres, pastas, canapés y cuernitos de mantequilla. Además de una champán, jugo y chocolate caliente.
En caso de que queden algunas sobras, Helen ha dicho que preparara con ellas algunos sándwiches para que todos lleven a casa al día siguiente y no tengan que preocuparse por qué desayunar o comer más tarde.
Los adultos pagarán de 40 a 80 dólares, dependiendo si quieren agregar a su banquete acceso a vino blanco y tinto ilimitado, cerveza, jerez y dos copas de champán. Mientras que los niños pagarán 11 dólares.
Además, esta mami dejó en claro que nadie quedará exento de pago e incluso sus hijos pagarán su cuota correspondiente. De hecho, uno de sus hijos aprovechó la oportunidad para negociar un 50 por ciento de descuento. Lamentablemente, el costo del platillo no es negociable.
Las personas en redes sociales han reaccionado a este cobro navideño. Hay quienes la felicitaron por su idea e incluso le pidieron tips para hacer lo mismo, mientras que otros la llamaron codiciosa, le apodaron el “Grinch de la Navidad” y aseguraron que no asistirían a su cena por nada del mundo. A pesar de esto, ella y su familia se sienten cómodos con su decisión y esperan que todo marche de maravilla.