La gran mayoría de las mujeres dicen que dar a luz es una de las experiencias más hermosas, a pesar del dolor que implica traer un nuevo ser humano al mundo y, aunque todos los partos deben aplaudirse, es momento de darle una mención honorifica a esta mujer que dio a luz a una hermosa niña que pesó 7 kilos.
Melis y Ben esperaban a su hija con mucha emoción, siguieron los cuidados prenatales adecuados y visitaban regularmente a su doctor; nunca hubo ninguna anomalía durante el embarazo, pero cuando la niña llegó todos quedaron sorprendidos. Esta es su historia.
Los bebés grandes son los suyos
Melis comentó durante una entrevista que su primera hija nació pesando 5.6 kilos, incluso bromeó diciendo que su segunda bebé podría compartir pañales con su hermana mayor muy pronto. Los felices padres llamaron a la pequeña Willow Amey.
Amey pesa el doble de un bebé promedio
El peso de un bebé normal está alrededor de 3.5 kilogramos; sin embargo, el peso de Amey fue superior y muy impresionante, tanto que fue nombrado “el bebé más grande de Australia”, y destronó a otro niño que nació en 2018 con un peso de 6.3 kilos después de una cesárea de emergencia realizada a la madre porque la criaturita estaba creciendo demasiado rápido dentro del vientre materno.
No le queda la ropa de recién nacida
Aunque ya habían comprado todo para recibir a una bebé “pequeña”, han tenido que cambiar las prendas de talla 3 meses. Lo genial de la situación es que tiene ropa de sobra que su hermana mayor le ha dejado.
Aunque los médicos mencionaron que cuando creciera más tendría problemas de salud debido a su tamaño, Willow está bien y ya se encuentra en casa con su familia.