Las labores del hogar son complicadas, cansadas y pocas veces reconocidas. Esto lo sabe bien la usuaria de Twitter @Miss Potkin, quien se cansó de que su familia no valorara su esfuerzo por mantener un hogar reluciente y cómodo para todos.
Debido a esto, la mujer realizó un experimento poco convencional pero con resultados tan satisfactorios que más de una chica debería poner en práctica. Ella decidió pasar 72 horas sin levantar ni una cuchara y el resultado es una “bomba” de emociones y responsabilidades compartidas.
@Miss Potkin se cansó de cocinar, lavar y limpiar su casa sin remuneración alguna, y no nos referimos a lo económico, sino a un “gracias” o ayuda extra. Por ello dejó de hacer todas sus tareas domésticas durante 72 horas y se relajó para observar cómo se apilaban los trastes en el fregadero, la ropa invadía el piso, el baño se ensuciaba y nadie hacía nada al respecto.
Potkin documentó todo el proceso y decía lo mal que se sentía al ver su casa hecha un desastre, pero no estaba dispuesta a ceder, ya que esta era su manera de hacerse escuchar. Sin embargo, entre más horas pasaban, más sucia se ponía la casa, el baño se quedó sin papel higiénico, había botellas de champú vacías ocupando espacios innecesarios y nadie levantaba ni un calcetín. La peor parte vino cuando su esposo colocó todos los platos del fregadero en el lavavajillas, que nunca encendió.
A pesar de encontrarse desesperada, Potkins continuó con su plan y entonces vinieron los resultados: Su esposo encendió el lavavajillas y acomodó los trastes en su lugar, recargó los baños con papel higiénico e incluso levantó la ropa y limpió el suelo. Todo sin que ella tuviera que decir una sola palabra.
Al final, su esposo e hijo vieron y entendieron qué tan importante era el trabajo que ella realizaba e, incluso, fueron consientes de que deben poner su granito de arena, pues al final del día, es el sitio en que todos viven.
Mantenemos nuestras casas ordenadas por amor. Hacemos la comida, ponemos la mesa y llenamos el aire con aroma de rosas y ropa fresca por amor. El amor es paciente, pero también está muy cansado, porque trabaja 14 horas al día.