Hay ocasiones en que luchamos tanto por conseguir algo que cuando finalmente está frente a nosotros nos perdemos completamente y lo arruinamos o al menos así es como ha sucedido con Isabelle Stedman.
La mujer de Ampthill, Bedfordshire, en Inglaterra, ha tomado cerca de mil lecciones de conducción, pero justo cuando está por hacer la prueba para recibir su licencia, algo sucede y no logra aprobar. Así es como lo ha intentado por 30 largos años.
Isabelle tuvo su primera lección de manejo cuando tenía solo 17 años y desde entonces ha luchado por obtener su licencia sin poder lograrlo hasta ahora. Siempre que está frente al volante, sentada junto al instructor y lista para dar una vuelta sobre la pista de obstáculos, su mente se siente demasiado abrumada y todo se vuelve demasiado complicado.
A lo largo de los años, Isabelle ha gastado más de 11 mil dólares en lecciones, conoce la teoría, sabe leer los señalamientos pero simplemente no puede pasar la prueba.
He estado aprendiendo durante 30 años, pero aun así, cada vez que me subo a un automóvil, se siente como si nunca antes hubiera estado en uno y es aterrador. No lo entiendo, es como si me sintiera tan ansiosa y abrumada que mi cerebro se cortara y perdiera el conocimiento por unos segundos y las rotondas son lo peor.
Isabelle se siente tan abrumada que una vez se desmayó durante la prueba y el instructor tuvo que tomar el volante de emergencia para detener el auto.
Estoy desesperada por finalmente conducir para poder llevar a mi hija a la universidad y visitar fácilmente a mi familia en todo el país, pues es tan traumatizante que temo que nunca aprenderé. Mis hijos probablemente aprobarán sus exámenes antes que yo; no puedo evitar sentir que me lo perdí.
Sus hijos ya están tomando lecciones sin problemas y ella desearía poder ayudarlos, pero simplemente no pude. Aun así, sus amigos se han ofrecido a llevarla a lugares cuando ella no puede hacerlo. Sin embargo, Isabelle desea que todos sus miedos se terminen para finalmente cumplir su sueño.
Ha sido una pesadilla en los últimos 30 años, pero tengo la esperanza de que algún día llegaré allí.
Esperemos que un día pueda lograrlo, porque nunca es tarde para aprender.