No hay nadie que nos apoye más que nuestras mamás. Sin importar dónde estemos o a qué nos dediquemos, ellas siempre serán las personas más orgullosas de nosotros e intentarán demostrárnoslo una y otra vez.
Una familia brasileña protagonizó una historia que ejemplifica esto de manera perfecta, pues cuando su hijo consiguió un nuevo trabajo, esta mamá se aseguró de celebrar su triunfo de la manera más bonita.
Se trata de un joven de 19 años llamado John Lincoln, quien trabajaba como albañil, pero al darse cuenta de que su salario no le alcanzaba para cubrir todos sus gastos, buscó un segundo empleo. Así, empezó a trabajar como repartidor para una pizzería local y su mamá decidió hacer que su primera jornada laboral fuera muy memorable.
Verás, la noche en la que John empezó a trabajar, a su mamá se le antojó cenar una pizza ¡y qué mejor lugar para pedirla que el nuevo trabajo de su hijo! Al ordenar su cena, dejó instrucciones precisas para asegurarse de que John fuera el repartidor que se la llevara a casa.
Y, obvio, no fue casualidad, pues la hermana de John aseguró que su mamá pidió la pizza solo para ver a su hijo durante su primer día. A John, este pequeño gesto lo llenó de felicidad, ya que sintió que su familia realmente lo valoraba a él y a su trabajo.
Mi jefe dijo que le pidieron que el nuevo repartidor entregara la pizza. Cuando me dio la dirección, reconocí que era la casa de mi madre. Cuando llegué, toda la familia estaba reunida tomando fotos y grabando, estaba feliz y me sentía apoyado. No esperaba que fuera así.
Pero esto no es todo, ya que a partir de ese día, cada semana, la señora pide una pizza y solicita que envíen al mejor repartidor para, de esta manera, apoyar a su hijo. Sin duda, es un gesto muy tierno que muestra lo orgullosas que nuestras mamás están de nosotros.