Para quienes no lo sabían, el amor al café se trae en los genes, o al menos ese fue el resultado de un estudio realizado en el Hospital de Brigham (Estados Unidos). De acuerdo a los investigadores, existen cuatro genomas que determinan la forma en que el organismo procesa la cafeína, influyendo la recompensa que ésta provoca en el cerebro.
Si sabes que no puedes comenzar el día sin una deliciosa taza de este oro líquido y te conviertes en un monstruo hasta que no entra en tu organismo, entonces te identificarás con al menos una de las siguientes imágenes, que fueron hechas especialmente para todos los adictos a su efecto estimulante.