Para algunas personas, ciertos sonidos cotidianos pueden desencadenar una reacción emocional exagerada a pesar de que estos no siempre parecen molestar a los demás.
Sin embargo, cada persona es un mundo y en la población mundial existe un grupo reducido de individuos que tienen poca o nula tolerancia a los sonidos más comunes, como masticar e incluso respirar, que pueden convertirse en una especie de kryptonita para ellos, desatando angustia emocional e incluso ira.
El caso más reciente proviene de la ciudad de Mannheim, al suroeste de Alemania, donde una mujer de 72 años fue arrestada luego de apagar no una, sino ¡dos veces! el respirador artificial de una de sus compañeras de cuarto en el hospital porque el ruido que este emitía le molestaba.
Según la prensa local, la mujer fue detenida bajo sospecha de intento de homicidio involuntario al día siguiente del insólito incidente, el pasado 30 de noviembre.
A través de un comunicado de prensa conjunto, la Policía y los fiscales de Mannheim dijeron que se presume que la sospechosa apagó el ventilador de la mujer de 79 años y luego, a pesar de que el personal le dijo que la máquina era vital para la paciente, menos de dos horas después lo volvió a apagar deliberadamente porque “se sentía perturbada por el ruido procedente del dispositivo de oxígeno”.
Aunque el personal del hospital informó a la sospechosa que el suministro de oxígeno era una medida vital, se dice que apagó el dispositivo nuevamente alrededor de las 9:00 p. m.
Según los informes, como consecuencia de la insensatez de la mujer, la víctima tuvo que ser reanimada y aunque, por fortuna, su vida no corrió peligro, permanece en terapia intensiva.
En cuanto a la sospechosa, esta fue llevada ante un juez y de ahí a la cárcel. Mientras tanto, las investigaciones permanecen en curso.