La gran mayoría de las mujeres dicen que la maternidad es el trabajo más satisfactorio que se puede tener, pero no hablan sobre la gran responsabilidad y el cansancio que implica; conforme pasa el tiempo, ser mamá también hace cambiar, no solo en lo emocional sino también físicamente. La fotógrafa Vaida Razmislavicé lo sabe muy bien y por eso creó el proyecto Tapimas mama.
Vaida fotografió a 33 mujeres antes y después de dar a luz a su primer hijo, pero lo hizo de una manera peculiar: se centró en los ojos y que de esta manera expresaran que la maternidad es una experiencia llena de alegría, dolor, agotamiento y mucho amor.
“Cuando una mujer se convierte en madre su mundo cambia”
Su intuición se fortalece y su sabiduría alcanza nuevas alturas. Antes de mi primogénito mi idea de la maternidad era diferente. Para ser honesta, no sentí el instinto de la maternidad cuando lo tomé por primera vez en mis brazos. Aprendí todo en el camino, incluso a ignorar a las sabelotodo y aumentar el coraje para confiar en mis propias decisiones.
Un hijo nunca será un obstáculo
Vaida lo sabe porque crió a dos hijos mientras estudiaba una maestría y trabajaba como fotógrafa.
Comencé este proyecto cuando conocí a personas que pensaban que un recién nacido era una especie de ‘obstáculo’ para los padres. Quería demostrar que es posible seguir viviendo en armonía incluso después de tener un bebé.
La mirada de las mujeres cambió en un par de meses
En cierto modo, con este proyecto terminé sanándome. Mirando directamente a los ojos a estas mujeres, reviví dar a luz a mi primer hijo. Todos los traumas y temores que encerré en algún lugar dentro de mí volvieron, solo para desaparecer. En el proceso me di cuenta del viaje que he recorrido como madre y de los frutos que estoy cosechando hoy, ya que mis hijos son casi todos adultos.
El proyecto estuvo esperando… como si se tratara de un alumbramiento
Me tomé mi tiempo antes de hacer público el proyecto. Veía estas fotos todos los días, sin embargo, sentía que no era el momento adecuado. Era como si estuvieran esperando su propio nacimiento.
Este periodo fue mucho como el momento en que esperas que nazca alguien, y también terminó de la misma manera: no puedes controlarlo, solo tienes que dejarlo ir y creer que sucederá cuando sea necesario.
Algunas personas la criticaron por su posproducción
Dijeron que lo que cambia a las fotos es la edición. Vaida está de acuerdo en que aplicó algunos efectos generales, pero no las modificó más:
Al principio estaba preocupada por la iluminación. Tomé las fotos antes y después en diferentes estudios e incluso pensé en que podría haber falsificado el primer lote de retratos, pero no fue así. Para este proyecto utilicé solo iluminación natural y, debido a mi falta de experiencia, olvidé que el ángulo de la luz solar en verano e invierno es diferente. Además, entraron en juego cosas como reflejos y la cantidad de ventanas. Solo retoqué las fotos y las iluminé.
El proyecto es un agradecimiento
A nuestras madres, abuelas y, en general, a todas las mujeres que han tenido la dicha de ser madres. Este proyecto sucedió gracias a mi segundo hijo, a través del cual experimenté una vez más la dicha de traer al mundo una nueva vida. Estoy extremadamente agradecida con cada mujer que asistió y contó su historia con su mirada.