La misma escena cada día: llegas a casa sin fuerza, despeinada, con la ropa arrugada y llena de pegamento, pintura, brillantina y harina. No hay lugar a dudas de que trabajas en una guardería o estancia infantil.
Es uno de los trabajos más nobles y divertidos, pero también uno de los más desafiantes; pues estar al cuidado de niños requiere un extra de paciencia y sobre todo mucha energía y actitud. Si alguna vez has trabajado en una guardería, estas son algunas de las situaciones que seguramente te son familiares:
1. Te persiguen a toda hora ‘esas’ canciones
Eres una enciclopedia de los grandes éxitos infantiles del momento. Y ni en casa las olvidas.
2. Todo mundo te dice lo fácil que es
Quisieras verlos en acción en un día difícil.
3. Estas son tus manos durante el día
Y ropa y cabello.
4. Descripción gráfica de gran parte de tu día
Cortar y cortar y cortar cartulina de colores.
5. Y este es el look navideño
Brillos por todas partes.
6. Lo que hay en tu botiquín de primeros auxilios
Siempre a la vanguardia.
7. Te convertiste en una máquina de cambiar pañales
Nadie te supera en rapidez.
8. Y te volviste un poco tolerante al mal olor
Sólo un poco.
9. Aunque siempre terminas arriesgándote
A un baño involuntario.
10. Te emocionas con cualquier cosa para niños
Y descubres que te emocionas igual que tus pequeños.
11. No conoces el término ‘espacio personal’
Porque para ellos no existe, así que la pasan literal pegados a ti.
12. Hay libros que podrías recitar de memoria
Incluso dormida.
13. El día que no llegas así, nadie cree que fuiste a trabajar
14. Encuentras toda clase de objetos en los bolsillos
Como ahora, que te tocó un crayón con marcas de dientes.
15. Esa etapa del control de esfínteres
Te toca lidiar con ellos cuando van cada cinco minutos al baño y este es el paso más conocido del mundo.
¡Pero es el trabajo más divertido del mundo!
A pesar del cansancio, no cambiarías tu trabajo por nada del mundo; porque al final, ¡te pagan por jugar con niños!