Cuando las relaciones terminan lo único que quedan son los recuerdos: cartas, peluches, mensajes en el celular que no nos atrevemos a borrar, canciones que escuchamos hasta el cansancio, fantasmas del cariño y las promesas. Tesoros, en su momento, invaluables.
En Croacia existe un museo para estos objetos que inmortaliza las relaciones fallidas, un tipo de mausoleo de corazones rotos pertenecientes a todas partes del mundo. Porque si hay algo universal que nos une es el amor y el desamor.
El Museo de las Relaciones Rotas fue creado por Olinka Vištica y Dražen Grubišić a quienes, después de cuatro años de relación, no les bastó dejarse, olvidarse y seguir con sus vidas sino que decidieron crear un homenaje a su relación fallida como una manera de honrar los momentos que pasaron juntos.
Estuvimos cuatro años juntos, estábamos viendo qué hacer con las cosas en común, y eso es fácil cuando hablas de la tele o los libros, ¿pero qué haces con las pequeñas cosas que se compraron con la mediación del amor? Entonces pensamos que sería bonito que existiera un lugar donde poder dejarlas. Hay rituales para cuando alguien nace, se casa o termina el colegio, y conservamos recuerdos de todos, pero no hay recuerdos de una separación, así que pensamos en crear un espacio en el que tuviera lugar ese ritual.
Rupturas alrededor del mundo
La primera exposición se llevó a cabo en el 2006 y solo se mostraron objetos de ellos, pero tuvo tanto éxito que decidieron viajar por todo el mundo, no solo para que el público lo visitara sino para que aportara sus propios recuerdos de amores pasados. ¡Y así fue!
Ahora, además de viajar por diferentes países, tienen dos museos establecidos permanentemente en Zagreb y Los Ángeles, en los que se pueden encontrar desde objetos normales como peluches, anillos, fotografías, dibujos, llaves… hasta piezas más extrañas como secadoras para el cabello, paquetes vacíos de pastillas para la gastritis, cabello, costras, hachas y una pierna ortopédica. Toda clase de objetos constituyen esta exposición.
Una oda al desamor
Me hablaste de amor, me dabas pequeños regalos cada día. Este es solo uno de ellos. La llave al corazón. Pero no querías acostarte conmigo. Me di cuenta de cuánto me amabas solo después de que moriste de SIDA.
Después de siete años juntos, cinco de ellos casados, mi esposo me dijo que se sentía atrapado y que probablemente ya no me amaba. Mi vestido no era tradicional, estaba cubierto de flores, era alegre y creí que podría usarlo de forma casual cualquier día. Nunca lo volví a usar. Hace un año que él se fue y no sabía qué hacer con el vestido, odiaba pensar que alguien más lo usara, pero tampoco quería tirarlo. Aunque un día fue un vestido hermoso ahora es un recuerdo triste.
Compré este disco después de otro rompimiento adolescente traumático con mi exnovio. Lo escuché a todo volumen durante días, tenía hartos a mis padres. Después volvimos, aunque todo se desmoronó. Guardo este vinilo porque estoy segura de que cada canción tiene su propia memoria. Después de 40 años es momento de dejarlo ir.