La leyenda del hilo rojo dice que existe un hilo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, lugar o las circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer, pero jamás se romperá. Quizá hay quienes no crean en esta leyenda, pero definitivamente esta pareja puede ser la prueba de que todo lo que se dice es verdad.
En abril de 1989, Janine y Keryn dieron a luz a sus hijos en el Hospital William Angliss en Australia, con un día de diferencia. Ambas compartieron habitación y crearon una linda amistad, sin pensar que años más tarde se convertirían en familia: sus hijos están a punto de convertirlas en abuelas.
Jemma y Daniel estaban destinados desde que nacieron
Janine y Keryn formaron una amistad sólida, al igual que sus hijos, Jemma y Daniel, incluso las familias mantuvieron el contacto durante más de 10 años; sin embargo, vivían en ciudades diferentes y eso complicó su comunicación y por desgracia no volvieron a verse.
En 2013 Jemma vio en Instagram una peluquería y comenzó a seguirla, y entonces supo que era de Rhiannon, hermana de Daniel. Intrigada por saber qué había pasado con sus amigos, rastreó a Daniel en Facebook y cuando lo encontró inició una conversación.
Daniel apareció por sorpresa para verla una vez más
Jemma hizo cita en el salón de Rhiannon para teñir su cabello y en medio de la sesión, Daniel apareció para saludarla. Él aún vivía con su madre y hermana. Luego de la sorpresa por volverse a encontrar, la madre de Daniel insistió en tomarles una fotografía juntos para el recuerdo. Después de eso la invitó a salir. En una entrevista Jemma relató cómo sucedió todo:
A partir de entonces no nos cansamos de vernos. El Día de la Madre de 2014 nos hicimos novios oficialmente. En la víspera de Año Nuevo de 2016 Daniel me propuso matrimonio y dije sí, no pude borrar la sonrisa de mi cara durante meses.
La pareja se casó luego de meses de preparativos y tuvieron su “felices por siempre”
Se casaron en abril de 2017 en Mount Du Soleil y se mudaron a su primera casa al día siguiente. Treinta años después de que se conocieron por primera vez, la pareja está por convertirse en padres.
Todos piensan que nuestra historia es tan loca, pero yo creo que estábamos destinados a estar juntos.