Hace algunos años apareció uno de los mejores memes de todo el internet: Disaster Girl. En él aparece una pequeña de cuatro años llamada Zoe Roth, sonriendo frente a la cámara mientras en el fondo una casa está totalmente en llamas. Disaster Girl se convirtió en el reflejo de lo que sentimos frente a ciertas circunstancias de la vida porque debemos sonreír incluso cuando todo se derrumba.
Hace unos días regresó de forma viral al mundo de las redes sociales, pero esta vez por una razón diferente. La imagen estaba siendo subastada por una cantidad muy considerable y adivina quién la puso a la venta: ¡Sí, la mismísima Zoe!
La chica del meme ya creció
Actualmente Zoe tiene 21 años pero no ha olvidado que su yo más pequeña se convirtió en una celebridad que todos los internautas aman. Hace apenas unos cuantos días recibió una inesperada pero muy satisfactoria noticia que tenía que ver con su divertido meme. En el correo que recibió se le informó que podría subastar su imagen como un token no fungible (NFT).
Zoe podría recibir mucho dinerito en su cuenta
Con un NFT, Zoe podría crear un código informático único para la imagen y así lograr controlar la propiedad intelectual en un futuro. Luego de pensarlo mucho y conocer la cantidad de seis cifras, decidió poner la imagen en subasta en un sitio de Internet en la que podría ser comprada como la criptomoneda Ether, la cual pude costar hasta 2200 dólares por unidad.
El sitio Fundation. app fue el encargado de iniciar la subasta el 16 de abril a las 6:00 p.m. y la dejó disponible durante 24 horas seguidas. La imagen logró recibir más de 20 ofertas y, al final, logró ser vendida por 180 Ether, es decir, 478 mil dólares.
Sin embargo, hay que dejar en claro que el precio podría bajar de un momento a otro porque al igual que los bitcoin, las criptomonedas Ether son demasiado volátiles y, en pocos minutos, podrían cambiar su valor.
A pesar de venderla, podría conservar los derechos
Algunas tiendas NFT permiten que un propietario conserve los derechos de autor luego de vender su obra para que en un futuro pueda seguir beneficiándose con las regalías. Con esto ha quedado en claro que Zoe y su padre, quién fue el encargado de tomar la fotografía, podrían ganar el 10 por ciento de cada venta que se haga de la imagen.
La chica tiene toda la intención de compartir las ganancias con su familia. Pero eso no es todo, también desea buscar una organización sin fines de lucro para donar gran parte del dinero que reciba. Mientras tanto, su padre solo quiere usar un poco del dinero para reparar el aire acondicionado de su auto.