Prepara los pañuelos, porque te contaremos la conmovedora historia de un niño que tuvo que abandonar a su perrito en un albergue animal debido a que su papá lo golpeaba y él no quería verlo sufrir.
Lo que más llama la atención de esta historia es que el pequeño dejó una nota en la que pide no se lo lleven del albergue, pues en cuanto él sea grande volverá por su cachorro.
Érase una vez un perro llamado Simón
Esta historia comienza en la Ciudad de México, exactamente en el Albergue Pergutazoo, lugar que recibió con los brazos abiertos a Simón, un perro husky siberiano que fue entregado por un niño debido a que su papá lo maltrataba y él no quería ver sufrir a su mascota.
El pequeño, de quien aún se desconoce su nombre, dejó al cachorro en una tina plástica con cobijas, un juguete y una nota en la que explicaba sus motivos para abandonarlo, misma en la que pidió de manera amable no se lo llevaran, pues en cuanto él sea grande volverá por su amado cachorro.
No todas las cartas son de despedida
Te dejo a Simón, es mi perro, no quiero que mi papá le pegue, llora mucho porque no ha comido, te dejo mis ahorros para sus tortillas. No le peguen, porque mi papá le pega mucho, Simón come mucho.
No se lo lleven, cuando crezca vengo por Simón.
La carta del pequeño conmovió a los trabajadores del albergue, quienes no dudaron ni un segundo en compartir la historia, provocando un mar de lágrimas en redes sociales.
Es momento de ayudar a Simón
Simón, te extraño.
Me dijeron que te llevaron al veterinario; te dejo tres pesos para tus tortillas.
De acuerdo con el albergue, Simón no está en la lista de adopción por el momento, ni tampoco se le ha asignado un hogar temporal, pues el pequeño se mantiene en contacto con ellos, le sigue enviando cartas e incluso las pocas monedas que logra ahorrar las envía para hacerse cargo de su alimentación.
Por otra parte, se sabe que el albergue atraviesa una crisis y piden ayuda para mantener el sitio en marcha y alimentar a Simón y otros cachorros de manera adecuada. Así que ha llegado el momento de unir fuerzas tratar de encontrar al dueño de Simón y ayudar con la alimentación de los peluditos del lugar, porque los buenos somos más.