Hay escuelas en las que suelen tener un pequeño descuido y no darse cuenta de lo que los niños meten en sus mochilas, pero en este kínder parece ser que son bastante descuidados o de plano no sabemos qué pasa. Anteriormente ya habíamos platicado sobre una pequeña de cinco años que llevó tequila a su escuela en Michigan, pensando que era juguito. Esta vez fue el turno de un niño, aunque en vez de tequila, fueron gomitas de marihuana.
El incidente nuevamente tuvo lugar en el colegio Gran River Academy Livonia en Michigan, Estados Unidos, en el que los padres de familia se encuentran bastante preocupados por la seguridad en los filtros de ingreso de sus hijos a la escuela, ya que es la segunda ocasión que un alumno ingresa estupefacientes al colegio.
Según la información presentada por Canal 2 de la cadena Fox, en esta ocasión un niño de quinto grado llevó a la escuela una bolsa de lo que parecían ser simples gomitas, por lo que decidió compartirlas con algunos de sus compañeros, quienes minutos después de ingerirlas, comenzaron a sentirse un poco mal.
Kristle Morton, la mamá de uno de los pequeños que comieron gomitas, dijo durante una entrevista que su hijo se comenzó a sentir raro, que lo único que decía era que se sentía raro. Ante la situación, el personal de la escuela llevó a los niños al hospital más cercano, donde luego de revisarlos, se dieron cuenta de que los dulces tenían THC (Tetrahidrocannabinol), el principal activo del cannabis.
Luego del incidente de la niña que llevó el tequila, los padres jamás pensaron que algo así volvería a ocurrir o al menos tan pronto, por lo que los padres de familia se encuentran bastante alarmados, ya que no solo culpan a los progenitores del niño que metió las gomitas, sino que también responsabilizan a la escuela por la falta de seguridad en lo que los chicos ingresan al colegio.
Por su parte, la policía de Livonia se encuentra investigando el caso para averiguar la manera en la que el pequeño tuvo acceso tan fácil a la droga.
Ante la situación y al ser la segunda ocasión en la que pasa un caso similar en este colegio, la directiva de la escuela compartió un comunicado en el que comentó lo siguiente:
Aunque estos comestibles parecen dulces, no lo son y los padres deben asumir la responsabilidad de mantener este tipo de productos fuera del alcance de sus hijos… También hemos aprovechado esta oportunidad para recordar a los padres que tenemos una política de tolerancia cero para traer artículos prohibidos a la escuela. Animamos a todos los padres y tutores a que estén atentos.
Esto parece ser un caso bastante grave en el colegio, ya que es la segunda vez en pocos meses que sucede algo similar. Esperemos que la situación no se salga de control y tanto los padres de los niños como los profesores del colegio encuentren la manera de revisar lo que los alumnos ingresan al salón de clases.