El amor es un juego complicado para aquellas de nosotras que somos criaturas independientes. Por mucho que lo queramos, no deseamos nada a costa de nuestras carreras, nuestras ambiciones y, sobre todo, no queremos perder nuestra libertad. Somos las chicas que no quieren ‘instalarse’ en el amor. Queremos vivirlo, pero no queremos caer en él.
El amor por sí mismo no es suficiente para mantener un espíritu inquieto y aventurero. Porque no sólo estamos en busca de un compañero, estamos buscando un compañero de crímenes. No estamos buscando el amor sino a alguien que pueda seguir nuestro ritmo, tal como lo dicen estas razones.
1. No quiero a alguien que me dentenga; quiero a alguien que siga adelante conmigo
Mi mayor temor es dejar de crecer. No quiero que nada detenga mi progreso personal.
Veo tantas relaciones en las que las dos personas se repliegan, que luego no tienen espacio para expandirse. Las apremiantes ‘comodidades’ del amor los encierran en un pequeño submundo acogedor donde dos personas que antes eran ambiciosas, simplemente dejan de intentarlo: en el trabajo, con su cuerpo, en la cama, en sus relaciones de amistad.
Aunque me gusta la idea de estar cómoda con otro ser humano, bajar mi guardia y renunciar a mi intimidad en aras del confort me parece la metamorfosis de la complacencia.
Quiero estar con una persona que quiera moverse siempre, no simplemente permanecer quieta, atrapada en una segura rutina.
2. No quiero a alguien que me permita ganar; quiero a alguien por quien vale la pena luchar
No quiero a alguien que me permita ganar cada discusión con el fin de hacer su vida o mi vida más fácil. Quiero a alguien que se preocupe lo suficiente por mí que me considere alguien por quien vale la pena luchar.
3. No estoy buscando a alguien que me vuelva ordenada; quiero a alguien que piense que soy un hermoso desastre
La vida no es ordenada y organizada como nuestros perfectos departamentos. De hecho, la vida es bastante sucia, y yo quiero a alguien que acepte mis imperfecciones y que se desenvuelva en el torbellino de la vida, en lugar de sólo pelear en contra.
4. No quiero a alguien que me oiga; quiero a alguien que me escuche
Anhelo una conexión real. Una conexión profunda, no solamente palabras amables. No quiero a alguien que me diga las pequeñas cosas que quiero oír. Quiero a alguien que me escuche.
Hay una gran diferencia entre oír a una persona y escucharla. La audición es en la superficie (cualquiera puede oír a otra persona lanzar palabras). Pero escuchar requiere un esfuerzo. Escuchar es estar conectados. Es un proceso de dos que supone poder mirar a los ojos a la otra persona y permitir que las palabras no sólo se procesen en los oídos, sino que retumben en tu corazón.
5. No quiero a alguien que sea exactamente como yo; quiero a alguien que revele un lado diferente de mi personalidad
No quiero volver a salir con una copia al carbón de mí misma. Ya sé cómo funciona. Quiero estar con alguien que sea diferente. Alguien cuyas fortalezas complementen las mías porque vemos la vida desde diferentes ángulos.
Quiero estar con alguien que me inspire a explorar todas las partes de mí misma que no sabía que existían. ¿Cómo podría hacer eso con una persona que funciona exactamente como yo?
6. No quiero a alguien que se establezca conmigo; quiero a alguien que viva aventuras conmigo
Tengo una reacción instantánea a la palabra ‘asentarse’: un dolor en lo más profundo de mi estomago. ¿Por qué iba a querer hacerlo a cambio de nada?
Siempre he sido el tipo de chica que no sólo tiene grandes sueños, sino que tiene la capacidad de conseguir lo que desea y obtener de ello un placer intenso.
Para mí, el amor no se trata de acomodarse, al contrario, quiero que sea una aventura. Y para ello debo encontrar a la persona que tenga las agallas y la ambición para viajar por el mundo a mi lado.
Sólo porque te enamoras no significa que la emoción y la infinita maravilla que el mundo ofrece se tenga que acabar. De hecho, la pasión por los viajes debería intensificarse cuando se alimenta con sensualidad.
7. No quiero rutina; quiero amor
No quiero que todos los días sean exactamente iguales. No quiero tener las mismas conversaciones sobre la misma comida cada noche por el resto de mi vida.
Quiero una pasión ardiente que encienda el fuego que dentro de mí. Quiero estar con alguien que haga saltar mi corazón y cuyo toque pueda iluminar todo mi cuerpo.