Cuando vi mi imagen tras grabar un segmento de televisión, observé cómo mi boca se curveaba ligeramente hacia abajo, tenía el ceño fruncido y mis labios un poco apretados; mis ojos miraban hacia el frente, sin enfocar a nadie en particular. Lucía al mismo tiempo aburrida, enojada y escéptica. El mensaje que transmitía era: “muere”.
En ese momento pensé en muchísimas otras mujeres que sufren de una calamidad conocida como “resting bitch face” (RBF por sus siglas), difícilmente traducible al español (¿cara de bruja en reposo? ¿Cara cruel, grave, desagradable en reposo?) y que antes se llamaba “bitchy resting face”, con su equivalente para los hombres: “asshole resting face” (¿cara de imbécil, idiota, en reposo?). Acerca del problema se hizo un video en Youtube, donde tres mujeres y tres hombres explicaban por lo que pasaban debido a su expresión facial.
Desde luego, las celebridades, constantemente expuestas a los reflectores, han sido blanco fácil del calificativo. Una cara de RBF es percibida como enojada, irritada o simplemente… inexpresiva. Es probable que la tenga alguien que está muy concentrada en sus pensamientos, o que quizá no está pensando en absolutamente nada.
La actriz Anna Kendrick escribió en Twitter: “¿Hay algún filtro en Instagram que arregle una Bitchy Resting Face?”, refiriéndose a su aparición en un show de televisión donde lucía justo así. Y no es la primera vez que las cámaras la captan con dicha expresión.
¡Dios mío! —dijo Kendrick—, ¿qué está mal conmigo?
Otras celebridades que no pueden evitar esa ‘reposada’ expresión de disgusto o maldad son Kristen Stewart y Victoria Beckham. De ambas hay imágenes con frases irónicas.
Sonreír te ocasiona arrugas. Una resting bitch face te mantiene hermosa.
Nací con una Resting Bitch Face. Hazte a la idea.
Sin embargo, Anna Paquin, también definida como RBF, dice que eso ocurre “cuando te atrapan fuera de guardia y no estás sonriendo, y parece que estás enojada todo el tiempo o que quieres matar a alguien”.
Una expresión así puede ser útil en un bar lleno de gente, si necesitas una especie de armadura para evitar galanes no deseados, por ejemplo. Pero también es un problema, que afecta —como el adjetivo ‘bitch‘ lo indica— a la mitad femenina del mundo, tanto así que se ha convertido en tema de múltiples comunidades en Facebook formadas principalmente por mujeres.
Hay quien se pregunta qué tanta importancia una expresión así tiene en el lugar de trabajo, por ejemplo. O quien ha recurrido al cirujano plástico para levantar las comisuras de los labios. O al bótox para eliminar un ceño fruncido. Desgraciadamente los seres humanos hacen juicios basándose en pistas que da el rostro, así que el problema puede afectar a una persona de cualquier edad.
Para Nora, una joven de Florida, la lucha comenzó desde el kinder, cuando la directora de la escuela la llamó a su oficina porque pensó que se veía infeliz. Desde ese día hasta que dejó la escuela, seguiría diciéndole a Nora cada vez que la veía: “¡Sonríe, Nora!”
Hay mujeres que ‘entrenan’ su cara tomándose fotos y aprendiendo a verse más alegres. Es cierto que conforme envejecemos nos vemos más ‘gruñonas’, por decirlo de alguna manera, pero hay muchas ‘casos severos’ de jóvenes que lucen malvadas, enojadas, y dan una falsa percepción acerca de su estado de ánimo.
La gente dice que tengo una resting bitch face.
Hay incluso estudios que han determinado que las mujeres tienden a sonreír más que los hombres, y no necesariamente porque sean más felices (de hecho, las mujeres sufren índices más altos de depresión) sino por cuestiones sociales o laborales. Por ejemplo, son más las mujeres que trabajan en el sector de servicios, donde sonreír es una ventaja y hasta un requisito. Algunos hombres, para desgracia nuestra, consideran a una mujer seria menos atractiva sexualmente que una que luce amigable.
En resumen: a todas las mujeres nos preocupa que crean que mordemos… Quizá sólo ladramos. Pero, ¿quién tiene la energía para sonreírle a todos, todo el día?