Perder a un ser querido es uno de los peores golpes que se pueden recibir en la vida y más para una madre que lo ha dado todo. Becky Turney, de 40 años, tuvo que resignarse a dejar ir a su hijo Triston Green, de 19 años, en 2015.
Afortunadamente, Becky no estaba sola en esos tristes momentos pues su pareja, Kelly Turney, estuvo siempre a su lado para darle consuelo y ayudarla a salir adelante en ese difícil trance. Dos años después de ocurriera el deceso, ambos decidieron contraer matrimonio.
Un asiento especial
El día de la boda hubo un asiento en primera fila reservado para conmemorar al hijo de Becky. En el asiento se podía leer una inscripción:
Estaré en el cielo el día de tu boda, pero vendré a la Tierra para pasar este día contigo, así que guárdame un sitio porque aunque no me veas estaré allí.
Una sorpresa fantástica
Minutos después de que todo iniciara, el novio detuvo la ceremonia, ¿la razón? Triston había decidido donar sus órganos, así que gracias a su valiente decisión salvó la vida de cinco personas, y una de ellas, Jacob Kilby, quien recibió el corazón del joven, fue invitado a la boda.
Jacob había viajado desde San Diego, California, hasta Alaska para presenciar el enlace y sorprender a la novia. Después de meses de planear el encuentro en secreto, finalmente el chico de 21 años pudo agradecer de manera personal a la madre del joven que salvó su vida.
Fue como si su hijo estuviera a su lado una vez más
Ese día, Becky no solamente contrajo matrimonio con el hombre que amaba sino que tuvo la oportunidad de escuchar, a través de un estetoscopio, el corazón de su hijo.
Perdí la razón. Grité como una niña. Salté de un lado a otro. Fue increíble. Nunca me había sentido tan sorprendida. Era como si fuera una niña abriendo sus regalos debajo del árbol de Navidad.
Su historia conmovió a muchas personas
El maravilloso momento fue capturado por la fotógrafa Amber Lanphier, quien decidió compartir las imágenes en Facebook. Su publicación se convirtió rápidamente en un tema viral, con más de 250 mil likes.
Jacob Kilby nació con síndrome del corazón izquierdo hipoplástico y había sido sometido a tres cirugías antes de recibir su primer trasplante a los dos años, pero en el 2015 su corazón comenzó a deteriorarse. Poco después tuvo un ataque y debió ser puesto en la lista de espera para recibir uno nuevo; en octubre de ese año recibió el corazón de Triston. El trasplante fue un éxito.
Un acto de amor
Todo el mundo deja un legado, pero poder ver cómo Triston cambió la vida de Jacob es simplemente increíble. Me hace sentir muy orgullosa.
Donar órganos es importante porque nos da la oportunidad de salvar a otros. Es un increíble acto de generosidad.