Las novias saben que el vestido que se pondrán en su boda se usará solo una vez y luego de la fiesta quedará guardado en el armario o lo venderán. Pero ninguno de los dos casos aplicó para Dawn Winfield-Hunt.
Dawn planeó cada detalle de su boda junto a su futuro esposo, pero decidió que compraría el vestido con su propio dinero. Hizo una inversión muy grande por la prenda y no quería que quedara guardada, por eso después de la boda empezó a usarlo como si fuera un outfit más.
Después de la boda se lo puso para ir a una barbacoa
Lo usé en la barbacoa familiar y a todos les encantó. Después decidí usarlo durante la semana para ir al supermercado y para la práctica de surf.
A Dawn le encanta cómo la gente sonríe al verla vestida de novia para realizar sus actividades diarias; por eso lo usa cada vez que puede.
Es su outfit preferido
Para limpiar la casa, cocinar o salir al supermercado, ¡hasta fue a un concierto! Gracias al vestido, Dawn se siente más segura de sí misma y más jovial que nunca, ¿sabías que tiene 54 años?
Tiene una página de Facebook para relatar sus aventuras
En The life and times of a wedding dress comparte las situaciones más divertidas que ha pasado con el vestido. Planea continuar con sus historias hasta el 2020.
Le costó aproximadamente 354 dólares y fue comprado en una tienda local, aunque muchos piensan que no fue tanto el dinero que pago por él, para ella fue la mejor inversión y además le encanta cómo se le ve.
Definitivamente, está haciendo que valga la pena cada centavo que pagó y además está creando los mejores recuerdos.