Cuando vas a tomar un taxi, regularmente lo haces con prisa por llegar a tu destino y no te detienes a pensar si existe algún tipo de peligro. Lamentablemente, la época en la que vivimos nos ha dejado algunas malas experiencias y es natural que cuando subas al auto despierte tu instinto.
Las mujeres tomamos mayores precauciones si viajamos solas y, sobre todo, si es por la noche. Nuestra cabeza se llena de malos pensamientos y el temor nos invade; analizamos cada movimiento y situación antes de darnos cuenta de que finalmente estamos a salvo y llegamos con bien. Sin embargo, no está de más ser precavida. Estos son algunos de los pensamientos que vienen a la mente de una mujer cuando sube a un taxi.
1. ¿Y si es un asesino?
Quizá dejaste pasar un par de autos mientras analizabas minuciosamente el rostro de cada chofer, tratando de descubrir si no era un criminal que pudiera hacerte daño.
2. ¿A quién está llamando?
Los nervios se desbordan cuando el taxista toma su celular y comienza una conversación. Entonces comienzas a prestar atención a cada palabra suya, intentando descifrar los códigos ocultos que pudieran revelarte un riesgo.
3. ¿Qué puedo usar como arma?
Desde un encendedor, un lápiz labial, hasta tu bolso, pueden ser de mucha ayuda en caso de alguna emergencia. Inmediatamente comienzas a recordar alguna película donde hayas visto cómo una mujer se defendía de un ataque.
4. ¿Por dónde me lleva?
Realmente pierdes el control cuando el taxista se va por un camino que no es conocido por ti. El pánico recorre todo tu cuerpo y comienzas a mandar mensajes de texto a todos tus conocidos para hacerles saber en dónde te encuentras… en caso de cualquier emergencia.
5. ¿Tendré que lanzarme por la puerta?
Cuando el miedo está al tope, comienzas a analizar la posibilidad de tener que saltar por la puerta, aun cuando el auto esté en movimiento. Observas cada parte del camino para ver cuál sería un lugar seguro para no lastimarte con la caída.
6. Recuerdas todas las historias que te han contado
La mente de una mujer no deja de trabajar y rápidamente viene a ella cada uno de los relatos sobre secuestros, asaltos y otras torturas que hayan ocurrido adentro de un taxi. En ese momento comienzas a observar con detenimiento cada movimiento del taxista que pueda resultar un intento de secuestro… o algo peor.
7. Solo intenta distraerme
Si comienza a contarte su vida, analizas si lo hace como un método de distracción, por lo que procuras no prestar mucha atención a la plática.
8. No se parece a la foto del permiso
Inmediatamente comienzas a analizar si se parece a la foto del carnet de circulación para saber si realmente es la persona que está matriculada como responsable del auto.