Alguna vez alguien se burló de nosotras por algo que no le parecía sobre nuestra persona, la forma en que vestimos, hablamos, caminamos o cómo nos vemos en general.
El peso, las orejas, los dientes, los anteojos, el cabello… cada patito feo tiene su propia característica, esa que por mucho tiempo se convirtió en el blanco de burlas y baja autoestima. Pero como todo en esta vida es momentáneo, un poco de esfuerzo, cambio de hábitos o incluso de gusto al momento de vestir, teñir el cabello o maquillarnos, puede hacer grandes modificaciones, convirtiéndonos en un bello cisne.