Las mujeres soñamos con una hermosa boda, incluso imaginamos que será como de cuento de hadas, llena de flores, con música espectacular y con el príncipe esperando por nosotras en el altar, ¿cierto? Y aunque muchas obtienen el resultado que esperaban, el proceso no siempre es tan sencillo. Las novias se someten a una gran cantidad de estrés con tal de que todo quede perfecto.
Pero es posible que no exista una igual a Michelle Wilson Stimson. Ella comenzó a planear su boda a principios de 2018 y, como muchas otras, comenzó a tener problemas de organización, tantos que llegó a perder ¡casi el 90 por ciento de su cabello! a causa del estrés.
El cuento de hadas no tuvo un final feliz
En un principio no notó la cantidad de cabello que estaba perdiendo, pero días después de la boda se dio cuenta de que se le habían caído grandes mechones, hasta que finalmente su melena se redujo a casi nada.
Los problemas solo aumentaron
A medida que el gran día se acercaba, Michelle recibió la noticia de que su vestido no llegaría en la fecha prevista sino hasta dos días antes de la fiesta. Su estilista le canceló la cita y tuvo que recurrir a otro para que la peinara y maquillara y, por si fuera poco, el día de la boda el coro esperado no llegó y tuvo que poner música con su celular mientras caminaba hacia el altar.
Luego del suceso visitó a un profesional
El doctor le preguntó si había tenido que enfrentarse a una situación que hubiera podido alterarla o generar estrés o cambios alimenticios en los últimos meses; Michelle le respondió que había estado organizando su boda. En su blog explicó cómo se sintió:
Se supone que debió haber sido un día especial, pero estuve tan ansiosa que perdí mi cabello. La gente no percibe cómo puede ser estresante planificar la ceremonia. El sueño de una boda puede convertirse en una pesadilla.
El médico le diagnosticó alopecia por estrés
Le recomendaron probar todos los tratamientos posibles como champús, cremas y medicamentos para que así pudiera mejorar su situación.
Me quedé con el corazón partido, los profesionales no sabían si mi pelo crecería de nuevo.
Después de la boda Michelle empezó a practicar meditación, fue a sesiones de acupuntura, empezó a comer mejor y a tomar suplementos alimenticios. Pero el proceso de crecimiento de su cabello fue tan lento que tuvo que usar pelucas, incluso fue a terapia para aceptar que la alopecia puede ser permanente.
Actualmente Michelle comparte su historia a través de su cuenta de Instagram y en su blog, Hair loss Diaries, en el que habla de su experiencia con otras mujeres y las alienta a superar problemas de alopecia.