La chica ‘cara de perra’ (bitch face o RBF —Real Bitch Face) es una plaga que aumenta a lo largo de la Generación Y. Tener una cara que muestra hostilidad y dureza puede afectar a cualquier persona de cualquier raza, edad o clase… pero se encuentra principalmente en la especie femenina.
Las chicas con RBF combinada con una personalidad introvertida parecería que son lo peor. En realidad, tienen una mente muy ocupada: son reflexivas, creativas y muy buenas oyentes. Desafortunadamente, su expresión facial las condena a rodearse de un aura de cascarrabias inaccesibles. Hay un montón de ideas falsas sobre estas chicas, como que, por lo general, son antisociales. No te apresures a etiquetar el silencio junto a una expresión de disgusto (sí, suena complicado) como perteneciente a una RBF. Piensa en estas batallas que sólo las introvertidas con cara de pocos amigos tienen que librar.
1. Cuando logras hacer nuevos amigos, te dicen: “Al principio pensé que no te agradaba”
Esto es seguido por un “tú siempre miras de forma desagradable”. A menudo les dicen, condescendientemente: “Yo no sabía lo que pensabas de mí porque no decías nada.”
No lo hacen a propósito. No pueden evitar sus expresiones faciales naturales, ni pueden controlarlas. ¿Qué se supone que deben hacer, gritar desde la azotea que le caes bien?
TIP: La gente introvertida NO destaca en la utilización del lenguaje corporal
2. Siempre eres vista como la chica “difícil de leer”
Si se piensa en ello, tiene sentido. Por lo general, mantienen sus pensamientos para sí mismas. Considerando su RBF, es un alivio proteger sus verdaderas emociones acerca de la humanidad.
Ellas pueden estar emocionadas acerca de algo, pero tienen la misma expresión que cuando alguien está pensando en golpearse la cabeza contra la pared. Saben la diferencia para sí mismas, pero todos los demás solo ven su clásica ‘bitch face‘.
3. Las presentaciones son el infierno
En primer lugar, la introvertida sabe apenas qué decir para empezar. Entonces, en su cara aparece el mensaje de “no quiero estar aquí o a tu alrededor” (que es como tú interpretas su expresión). Así, el ambiente se cae el 110 por ciento en casi cada situación.
Las chicas así viven con la incómoda sensación de que moverse entre completos extraños es su talento natural.
4. En cualquier momento de cualquier día alguien pensará que estás molesta con él o con ella
Las introvertidas + RBF necesitan tiempo a solas para recargar sus baterías y sentirse como ellas realmente. Lo disfrutan, no es nada personal, así que no siempre responden a los teléfonos de inmediato. Esto NO quiere decir que estén ignorando intencionalmente a alguien.
5. Si no quieres verte como una miserable, el esfuerzo es agotador
Por alguna extraña razón, hay quienes piensan que está totalmente bien decirte que no te haría daño esbozar una sonrisa.
La introvertida de cara hostil simplemente responde con una sonrisa falsa y se aleja. Decir “es mi cara de siempre”, en realidad no les ayuda, así que se guardan para sí mismas un “y a los demás, ¿qué les importa?” Además, el limitado número de veces que han tratado de “esbozar una sonrisa”, simplemente no funciona, por lo que sólo les queda resignarse a la tal ‘cara de perra’ que los demás han decidido que tienen.
6. Las personas fuera de tu grupo de amigos piensan que eres una completa snob
Las introvertidas son más observadoras que cualquier otra cosa. Recopilan información sobre el entorno y las personas en él, lo analizan y así se sienten cómodas. Por otra parte, son muy conscientes de su ‘defecto’ y les encantaría tener un interruptor para apagar su RBF.
7. Tus verdaderas emociones afloran cuando estás involucrada en algo que te apasiona
¿La luz al final del túnel? Que cuando logras expresar tus pensamientos entrañables —ésos que has enterrado dentro de tu mente— y le dices un cumplido a alguien, él o ella sabrá automáticamente que lo que dices es genuino. (No dirías algo si no fuera verdad, porque tú no dices nada en absoluto, para empezar.)
La primera vez que abres la boca, la gente esperará que alguien con el síndrome de ‘bitch face‘ como tú arroje una serie de insultos formulados para sonar inofensivos, pero las amables palabras que surgen de tu boca —¡qué maravilla!— realmente pueden poner una sonrisa en la cara de alguien.