¡Ojo con seguir los consejos de alguien que tiene diferente tipo de piel que la tuya! ¿Cuántas veces no cometemos el error de usar remedios de una amiga cuando su cutis es seco y el nuestro graso?
El primer paso para tener una piel saludable es, y siempre será, acudir con tu dermatólogo; el segundo, evitar malos consejos que nos hemos pasado de generación en generación y que perjudican nuestra cara, más que ayudarla. Aquí tienes diez productos que no debes usar si quieres una cara con piel de porcelana.
1. Crema para el cuerpo
De niños a todos nos ponían crema para el cuerpo en la cara y eso era más que suficiente, pero las necesidades no son las mismas. El rostro necesita una humectación profunda sin que esto implique tapar los poros con una crema hidratante pesada.
2. Jabón de manos
¡Jamás! El único con el que debes lavar tu rostro es uno para la cara. De no tenerlo, evita este paso ya que las barras de jabón neutras son agresivas para tu cutis y no tienen los componentes necesarios que tu piel requiere.
2. Pasta de dientes
Solía ser una recomendación de mamás a sus hijas cuando salían los primeros granos en la pubertad, pero la realidad es que el dentífrico contiene químicos que pueden irritar tu piel y dejarla aún más sensible que si te hubieras reventado la espinilla.
3. Limón
El jugo de limón es muy famoso como ingrediente en remedios caseros para combatir el acné. Pero este “consejo” es contraproducente, ya que el jugo cítrico tiene psoraleno, una sustancia que vuelve a tu piel más sensible al sol. Si usas limón, jamás salgas de día a la calle, mejor que siempre sea de noche y enjuágalo muy bien.
4. Agua caliente
Todo lo que quieres es una piel sin poros abiertos y un cutis perfecto, ¿no? Entonces, ¿por qué expones tu rostro al agua caliente, por no decir hirviendo, a la hora de meterte a bañar?
Todo lo contrario: intenta bañarte con agua tibia e incluso, si puedes, mete tu cara a la regadera con agua fría durante el último minuto antes de salir de la ducha. Esto cerrará tus poros por completo.
5. Toallitas desmaquillantes de manera brusca
Uno de los peores errores a la hora de desmaquillarte es pensar que necesitas tallar tu pad o almohadilla sobre las sombras o rímel para que los productos salgan rápido. La realidad es que no es necesario.
Intenta poniendo solo una toalla sobre tu ojo y golpea despacio con tus dedos, dando un ligero masaje; hazlo de 10 a 15 segundos en cada ojo y será más que suficiente para un rostro limpio y sin haber estirado tu piel innecesariamente.
6. Agua oxigenada
Algunos remedios caseros incluyen este tipo de artículos como sustituto de limpiador facial. Pero la realidad es que es una pésima idea, ya que el agua oxigenada es abrasiva y puede manchar tu piel si te expones al sol.
7. Lentes sucios
Es muy común olvidar limpiar tus lentes, sobre todo si no cuentas con un estuche donde guardarlos. Quizá no lo habías pensado antes, pero el polvo y las bacterias en unos anteojos, para leer o para sol, se quedan en tu cara una vez que te los pones.
8. Exfoliantes en exceso
De una a dos veces por semana es permitido, pero más de tres es un abuso a tu piel, ya que al ser un producto que raspa y talla sobre tu cutis lo único que estarás provocando será una irritación y daño permanente en tu cara.
9. Productos caducados
Jamás te apliques un producto sin revisar su fecha de caducidad; tampoco es por ser paranoica, pero incluso aunque sea una crema o maquillaje nuevos debes revisar este detalle.
10. Manteca de cacao
Este remedio es excelente a la hora de evitar la aparición de estrías, pero está totalmente prohibido en tu rostro. Su consistencia es tan pesada y aceitosa que no solo te sacará granos y espinillas: evitará que tus poros respiren.