Generalmente las historias de amor terminan de una manera especial, con una boda y la promesa de felices para siempre. Este no fue el caso de Shelby Swink, pero tampoco fue un impedimento para que ella continuara su vida.
Shelby y su ex-prometido se conocieron en la universidad en 2011. Su romance perduró hasta que en marzo del 2014 decidieron que era el momento de comprometerse y comenzaron a planear su boda para noviembre de ese mismo año.
Seis días antes de la ceremonia, su prometido se sentó junto a ella y le dijo que estaba considerando la idea de cancelar la boda. “Ya no estoy seguro de querer pasar el resto de mi vida junto a ti”, le dijo a Shelby, y al día siguiente confirmó su decisión.
“Puse todo mi corazón en planear la boda. Yo quería que el día que celebráramos nuestro amor y compromiso fuera absolutamente increíble”, dijo posteriormente Shelby. “Los sueños de casarme y tener hijos con el hombre que amaba, se desvanecieron”.
Después de que se cancelara la boda, su fotógrafa sugirió que organizaran una sesión “trash the dress”, cada vez más popular entre las novios. En ella vuelven a vestirse con sus atuendos nupciales y posan mientras los destruyen.
“Primero pensé que era una locura, ya que era un vestido caro y yo realmente no quería arruinarlo”, confiesa Shelby, que al final decidió pasar el que hubiera sido el día de su boda haciendo algo divertido junto a sus amigas usando sus vestidos de damas, y sus padres.
“El primero de noviembre se suponía que era un día lleno de diversión y felicidad en el que estaría rodeada de las personas que me quieren. No dejaría que mi ex-prometido me quitara eso”, cuenta Shelby.
El padre de Shelby llevo champán y puros a la sesión donde salpicaron su ropa con pintura y plumas de vivos colores.
“Mi mamá fue la que pagó por el vestido, por lo que estaba nerviosa de la forma en la que reaccionaria cuando le dije lo que planeaba hacer con él, pero ambos me apoyaron al 100% y quisieron estar a mi lado”.
“Ni siquiera puedo describir lo liberador de la experiencia”, dice Shelby. “Si pudiera decirle una cosa a mi ex sería: “Gracias por evitarme un gran dolor a futuro. Gracias por empujarme a darme cuenta de mi propia fuerza”.
“Gracias por enseñarme que nadie puede quitarme la felicidad. Gracias por dejarme ir para que pueda encontrar el verdadero amor. ¡Gracias!”
El vestido de Shelby Swink se exhibió en una tienda local de vestidos de novia en Memphis, Tenessee, Estados Unidos, hasta el mes de enero del 2015.