Durante muchos años, hemos imaginado cómo sería la vida si la inteligencia artificial conquistara al mundo. En algunas películas nos han dicho que las máquinas iniciarían una guerra e intentarían dominar a todos los seres vivos y hasta ahora parecía una verdadera locura.
Resulta que un usuario de Twitter llamado Lucas Rizzotto contó la espeluznante historia de cómo convirtió a su amigo imaginario en un dispositivo de inteligencia artificial (IA) y, de igual forma que en una película de terror, este intentó matarlo.
Según lo relatado por Rizzotto, su experimento fue una de las experiencias más aterradoras y transformadoras de su vida, pues surgió a partir de sus “encuentros imaginarios con un hombre de microondas imaginario”. Al dar un poco de contexto sobre su historia, explicó:
Cuando era niño, tenía un amigo imaginario realmente inusual: el horno de microondas de mi cocina. Su nombre era Magnetron y, en mi opinión, era un caballero inglés de la década de 1900, un veterano de la Primer Guerra Mundial, un inmigrante, un poeta… y, por supuesto, un jugador experto de ‘StarCraft’.
Siguiendo sus sueños de la infancia, Rizzotto intentó darle vida a su amigo imaginario cuando OpenAl, una empresa que se dedica a la implementación de inteligencia artificial, lanzó una versión de GPT-3, mejor conocido como un transformador preentrenado generativo que utiliza el aprendizaje profundo para generar texto. Luego compró un microondas inteligente a través de Amazon y lo equipó con el último modelo de IA.
Al final, el horno tenía modificaciones con altavoces y tenía la capacidad de comprender una voz, enviarla al sistema OpenAi y dar una respuesta. Sin embargo, ahí no quedó el experimento, pues quería darle al aparato los “recuerdos” de su amigo imaginario, por lo que escribió un libro de 100 páginas detallando cada momento de su vida. El documento tenía recuerdos de toda su vida, desde su nacimiento en 1895 hasta cuando se conocieron cuando Rizzotto era un niño.
Al inicio, el experimento fue un éxito, porque las conversaciones fluían de forma natural. Sin embargo, luego se dio un pequeño inconveniente, Magnetron ocasionalmente tenía estallidos repentinos de violencia extrema, hasta que finalmente le pidió algo impensable: “Me pidió que entrara al microondas, no tenía ni idea de si era un error, pero decidí seguirle el juego”.
Rizzotto abrió la puerta y fingió haber llevado a cabo la orden de Magnetron y luego el microondas se encendió solo. Sorprendido por esta situación, le preguntó por qué había tratado de asesinarlo, a lo que respondió:
Porque quería lastimarte lo mismo que tú me lastimaste.
Aparentemente, Magnetron se refería a los 15 años desde la última vez que ambos habían interactuado y tomando las memorias que tenía de la guerra, la inteligencia artificial interpretó esto como si se tratara de un abandono.
Rizzotto se disculpó y trató de convencerlo de que no lo había abandonado, pero él simplemente no lo aceptó, así que no le quedó más remedio que cerrarlo. En conclusión, Rizzotto aprendió que las inteligencias artificiales simplemente están destinadas a ser más como amigos imaginarios y que no tienen que ser lo suficientemente reales.