Quentin Tarantino es uno de los cineastas más reconocidos en todo el mundo, a él le debemos los clásicos Pulp Fiction, Django desencadenado y todas las películas de Kill Bill, entre otras grandiosas obras. Debido a toda su carrera, actualmente el también escritor tiene una fortuna que asciende a más de 120 millones de dólares, una suma bastante alta y que no planea compartir con su madre.
Sí, leíste bien, Tarantino tomó la decisión de no darle ni un solo centavo de su fortuna a su madre, pues él le hizo una promesa y hasta la fecha todavía la cumple. A continuación te diremos cuál es la razón.
Tarantino ha cumplido su promesa durante 12 años
Durante una entrevista para el podcast The Moment, presentado por Brian Koppelman, el director confesó que nunca ha ayudado a Connie, su madre, y que al menos por ahora, planea seguir con su promesa de no hacerlo. Hace 12 años le dijo que jamás la ayudaría económicamente luego de que ella se burlara por las ambiciones que él tenía cuando era niño.
Connie, quien actualmente tiene 75 años, siempre se opuso a su carrera y cuando era pequeño se puso del lado de los maestros de la escuela, quienes lo regañaban cuando escribía pequeños guiones e historias durante los horarios de clase. Aún recuerda sus palabras:
Ah, y por cierto, esta pequeña ‘carrera de escritor’ que estás haciendo, esa idea se terminó.
Cuando ella me dijo eso de manera sarcástica, yo le dije: ‘Esta bien, señora, cuando me convierta en un escritor exitoso, nunca verás un centavo de mi éxito. No habrá una casa para ti, vacaciones para ti, no Cadillac para mamá. No obtienes nada porque dijiste eso.
Tarantino únicamente la ayudó cuando tuvo una emergencia con el Servicio de Impuestos Internos, pero no hubo casa, carros o algo más para ella. Además, dejó muy en claro que hay consecuencias por las palabras que los papás les dicen a sus hijos.
Recuerden que hay consecuencias por su tono sarcástico sobre lo que es significativo para ellos.
El director tiene un poco de razón en sus palabras, pues los comentarios negativos pueden influir en el desarrollo de la vida de los niños. En lugar de criticarlos o burlarse de sus hobbies, hay que alentarlos a ser mejores y a cumplir cada uno de sus sueños.