Hombres, este San Valentín ni se les ocurra aparecer con un ramo de flores (tampoco con un peluche). Si su idea era presentarse sin nada (porque odian el consumismo) o se les olvida esta fecha tan señalada (que todo puede pasar), entonces sí: compren un ramo de última hora. Aunque si son precavidos, hay infinidad de regalos mucho mejores.
Sorprende con ingenio y creatividad, deja que el amor active tu cerebro y, si piensas un poco, seguro se te han ocurrido las mismas ideas que a nosotros para este Día de los Enamorados: ramos de comida.