¿Te sientes freaky por pensar que eres la única que se muere por aplastar, apretar o comerte a un bebé o un cachorrito? ¡No eres la única! Todas hemos sentido esa necesidad desesperada por comernos a los pequeñitos. Y no sólo eso, ahora conocemos el porqué de nuestra ansiedad.
Según estudios de la Universidad de Yale, este impulso por tomar y apretar a las personas animales tiernos se debe a que se tiene una disformía al expresar los sentimientos positivos, y a esto se le denomina: Linda agresión.
Ahora sí, a identificarnos:
1. Estas con tu bebé cuando de repente te sonríe, y lo único que te provoca es apretarlo
2. ¡Lo quiero morder! Bueno… sólo la mejilla
3. ¿Ontá bebé?
4. Imposible no apretarla y comerla a besos
Básicamente, eres una persona que maneja sus emociones al revés.