Muchas chicas disfrutaron de la película El diario de la princesa en su adolescencia y más de una soñó con que, algún día, una mujer llegaría y les revelaría que eran princesas de un pueblo muy muy lejano, aunque sabían que eso jamás sucedería. La historia era bastante divertida y los personajes hacían que cualquiera pudiera reflejarse en ellos: eran sencillos, demostraban el valor de la amistad y, sobre todo, explicaron el significado del amor.
Mia Thermopolis y Michael Moscovitz nos enseñaron que la belleza está en lo profundo de una persona y no en el físico, y además demostraron que el amor se tiene que sentir y debe ser tan intenso como para que un pie haga “pop”. Por desgracia, Michael no formó parte de la secuela, pero nosotros lo recordamos por estas excelentes razones.
1. Su cabello era perfecto
¿Quién no se imaginó pasando sus dedos por esa cabellera?
2. Tenía una banda de rock
Parecía como un quinto Beatle. Y hasta tenía seguidoras que iban a verlo, aunque él solo tenía ojos para Mia.
3. Él hacía todo por verla feliz
Se ofreció a arreglar su coche sin ningún tipo de pago, ¿hay algo más lindo que eso?
4. No se sorprendió tanto con el cambio de Mia
A él le gustaba con sus rizos, así que cuando apareció con el cabello lacio solo pudo decir que era un “atractivo raro”.
5. Soportó a Lilly durante mucho tiempo
La chica era odiosa y él tenía una infinita paciencia. Además, debemos recordar que Lilly no era buena amiga.
6. Inspiró la mejor idea para comer pizza
Mia sabía que Michael amaba las lunetas y la pizza, así que las combinó para hacer la petición de disculpas más dulce de todas.
7. Con traje lucía sexi, muy sexi
En el baile de la coronación apareció con un traje que lo hacía ver extremadamente bien y su cabello, ¡oh, su cabello!, no podía ser más perfecto.
8. Le dio a Mia un beso de verdadero amor
¡Pop, su pie hizo pop!
9. Dio la declaración más linda de amor
Él vio a la persona que realmente era Mia, la vio cuando era invisible.
10. Michael merecía estar en la secuela
En los libros Mia y Michael están casados y sí: también forman una bonita familia.