Sex and the City no solo nos dio grandiosas lecciones sobre la vida diaria, la amistad y el amor, también nos hizo ver que hay ciertos hombres que, por más guapos que estén y tengan grandes cantidades de dinero, no valen la pena. Sí, estamos hablando de que son enormes patanes.
Sin embargo, algunos de los chicos de la serie eran leales y perfectos, hasta nosotras soñamos con encontrar uno así, pero otros eran un desastre. Aquí te catalogamos a todos los hombres de Sex and the City del peor al mejor.
11. Mr. Big
Mr. Big puede ser un empresario exitoso, suponemos que lo es, porque en realidad en la serie nunca aclaran a que se dedica o que hace para que siempre esté viajando en coche junto a su chofer. Pero volviendo al tema, en cuanto a uno de los hombres de la serie lo dejaremos en el peor sitio de todos, porque seamos honestas, ¡nunca está seguro de lo que siente por Carrie! Un día es el más romántico de todos y después se aleja sin dar ninguna explicación, además ¡LA DEJÓ PLANTADA EN EL ALTAR!
10. Richard Wright
¿Creen que alguna vez amó a Samantha? Al parecer no, rompió el récord del hombre más infiel de la serie. Las únicas cualidades que podemos resaltar de este galán es que era rico y amable.
9. Jack Berger
Carrie y él tenían en común su amor por la escritura, se llevaban muy bien con los amigos del otro, su relación era pasional y había una conexión especial entre ellos pero, ¿por qué no funcionó su relación? ¡Porque era un infantil! Se sintió intimidado por el éxito de su expareja, cuando Carrie hizo una broma sobre su libro no dudó en hacer un berrinche y por si fuera poco cortó con ella por medio de un mensaje en un Post-It. ¿Cuántos años tenía, 15?
8. Skipper Johnston
Skipper hizo que Miranda se sintiera especial, pero no tenía más ambiciones en la vida, era un hombre dependiente y no podía dejar de tener relaciones con quien se le pusiera enfrente. No era infiel, pero tampoco quería sentirse comprometido con nadie.
7. Trey MacDougal
No era un mal hombre pero, ¿quién contesta con un “muy bien” cuando su pareja le propone casarse? Amaba a Charlotte, eso no podemos negarlo, pero era una especie de chico mimado que estaba obsesionado con hacer todo lo que su madre decía, y eso en una relación no es nada bueno.
6. Aleksandr Petrovsky
Era guapo, rico, talentoso y famoso, además era muy romántico, algo así como el hombre ideal para Carrie; el único problema es que jamás le pidió a ella que lo siguiera en una vida de ensueño en París. Bueno, también era un poco adicto al trabajo y no le prestaba tanta atención a Carrie, pero de ahí en más era un gran chico.
5. Robert Leeds
Robert estaba enamorado de Miranda, era romántico y también era un gran médico. Además fue uno de los pocos que consiguió que ella se tomara un día libre para pasar el día con él, algo debió de haber hecho bien, pero aún nos preguntamos por qué su relación no funcionó. En fin, era un buen partido.
4. Steve Brady
Steve luchó por Miranda a pesar de que ella lo dejó varias veces; claro que no era el más responsable de todos los hombres de Sex and the City, pero una vez que su hijo nació se puso las pilas y salió adelante. El único punto malo que Steve se ganó fue en la película, cuando engañó a Miranda, así que por eso está en este lugar en la lista y no en el número uno.
3. Aidan Shaw
Aidan era bueno, honesto y cariñoso, hizo todo bien con Carrie, pero al parecer no fue suficiente para ella. Su único error fue pedirle a la mujer de sus sueños que se casara con él.
2. Harry Goldenblatt
El esposo de Charlotte merece un altar, es sin duda uno de los mejores personajes de la serie. Él daría la vida por su chica, besa el suelo por donde pisa y solo quiere verla feliz. Es perfecto y más de una soñamos con encontrar un hombre igual.
1. Smith Jerrod
Sí, señoritas, él ganó el primer lugar y la razón es sencilla: estuvo con Samantha cuando más lo necesitaba. Era un chico dulce, admirable, trabajador y extremadamente guapo, pero todo eso se quedaba atrás gracias a sus acciones. Logró que Samantha se tomara en serio su relación y hasta fue capaz de rasurarse la cabeza para demostrarle que podía ayudarla en todo el proceso de su enfermedad. Aunque era un excelente partido para ella, seguimos admirando la frase de Sam: “Te amo, pero me amo más a mí”.